Si circulas por uno de estos puntos, mucha más precaución

Automovilistas Europeos Asociados (AEA) acaba de publicar la última actualización de su informe anual Las carreteras más peligrosas de España, que identifica los tramos más peligrosos de la Red de Carreteras del Estado dependientes del Ministerio de Fomento. La fiabilidad de este estudio supera a otros similares, incluyendo los que presenta la Dirección General de Tráfico (DGT), por dos razones principales: la persistencia en el tiempo de estos tramos al referirse a un periodo de cinco años y su longitud de un kilómetro. Los datos de la DGT se basan en el análisis a un año y en distancias de 100 metros.

El informe que ahora se ha dado a conocer corresponde al quinquenio 2012-2016, al incluir los últimos datos facilitados por el Ministerio de Fomento (con un cierre bastante retrasado) sobre 26.935 kilómetros de carreteras, incluyendo autovías y autopistas para congregar el 60% del tráfico del país. Y el primer dato esclarecedor es que el Índice de Peligrosidad Media (IPM) ha aumentado un 2% respecto al estudio precedente, pasando de una puntuación de 9,6 a 9,8.

Del mismo modo, se ha incrementado el número de tramos que se consideran especialmente peligrosos, que son aquellos que superan en más de diez veces este IPM de 9,8. En el último informe son 195 frente a los 190 anteriores, una realidad que según AEA tiene su justificación “en la reducción presupuestaria destinada al mantenimiento de las carreteras, que está afectando negativamente a la seguridad vial”. Así, en los tramos auditados se produjeron 1.472 accidentes y 2.307 víctimas.

Por lo que se refiere a las carreteras convencionales, el tramo más peligroso del país fue el kilómetro 358 de la N-122 en Valladolid, con un IPM de 4.133 que supera en nada menos que 421 veces la media nacional. Allí se produjeron 25 accidentes con 37 víctimas, para una intensidad media diaria de 349 vehículos.

Sin embargo, el número de víctimas absoluto más elevado corresponde al kilómetro 12 de la autovía A-55 a la altura de Mos, en Pontevedra. En ese punto se contabilizaron 123 accidentes con 205 víctimas, aunque en este caso la intensidad media diaria de circulación asciende hasta 57.157 vehículos por kilómetros, con lo que su IPM es de 118,4.

La tendencia es diferente en el caso de las autopistas de peaje, ya que el informe señala que se ha producido una mejora en la seguridad de estas vías, pasando su IPM del 5,6 al 5,1 con una evolución del 8,9%. Pese a ello, siguen existiendo 40 tramos en la red nacional con índices de peligrosidad que cuadriplican la media, además de haberse registrado durante un lustro 491 accidentes y 756 víctimas aunque la mayoría de ellas de carácter leve (750). Son datos que apuntalan la mayor seguridad que ofrecen este tipo de vías con carriles desdoblados, un trazado más apropiado y también una menor densidad del tráfico.

El tramo de autopista de peaje con peor IPM es el kilómetro 53 de la AP-66 (viaducto de Subijana) en Álava, con un registro de 82,7 que supera en 16 veces la media nacional. En cuanto a número de accidentes y víctimas, el punto más peligroso vuelve a ser el kilómetro 161 de la AP-7 en Barcelona, con 88 accidentes y 119 víctimas (112 de ellas leves).

Los siguientes son los tramos más peligrosos analizados por AEA por comunidades autónomas peninsulares, a excepción del País Vasco, con la competencias transferidas por el Ministerio de Fomento. El estudio completo se encuentra disponible en la página web de la asociación.