¿Cómo se puede personalizar la matrícula del coche en España?

Al hablar de matrículas personalizadas es inevitable mencionar a Estados Unidos. Lo que allí es algo normal, en otros países se ha convertido en toda una moda. También en España, donde el Reglamento General de Vehículos (RGC) regula cómo deben ser las placas y los cambios que se pueden hacer en ellas.

Un estudio de Samar’t, uno de los mayores fabricantes de matrículas, desveló que a más de un 50% de los conductores españoles (sin distinguir entre hombres y mujeres) le gustaría personalizar las placas de su vehículo. Es posible hacerlo, pero los cambios son pequeños y deben cumplir siempre con la norma.

Comparando España con Estados Unidos, la personalización de las matrículas es mínima. Las modificaciones que se pueden llevar a cabo están recogidas en el anexo XVIII del reglamento de vehículos, donde también figuran las características que deben cumplir en cuanto a medidas, tipografía, materiales y otros detalles.

Personalizar el fondo de la matrícula

Según la norma, “sin perjuicio del color del fondo establecido para cada placa de matrícula en los siguientes apartados, se permite la inclusión de diseños geométricos sin significado reconocible”.

Añade, además, que no puede afectar “a las condiciones de retrorreflexión y legibilidad necesarias para el correcto funcionamiento de sistemas de captación de imagen de las autoridades competentes en materia de tráfico”.

Por otro lado, también están permitidos los bordes con publicidad y es posible elegir el material de la matrícula: pueden ser metálicas o de metacrilato, siempre que respeten la normativa. En cualquiera de estos casos, los cambios aplicados nunca deben impedir la lectura de los números y letras de la placa.

Los cambios en la normativa

No siempre ha sido posible personalizar las placas de un vehículo en España. Con el objetivo de adaptarse a los cambios de Europa, en enero de 2021 entró en vigor la nueva reglamentación de las matrículas que sustituía a la de 1998.

Estas modificaciones eran sólo algunas de las novedades que llegaron. Entre ellas, estaba la autocertificación, la digitalización del registro, los nuevos tipos de matrículas, el proceso de destrucción de las placas antiguas o la simplificación de los manipuladores. Cambios que afectaban, sobre todo, a los fabricantes de matrículas y a los concesionarios.

Por último, cabe recordar que la matrícula es el DNI de un vehículo. Si los cambios impiden su identificación, las autoridades pueden castigar al conductor con una multa de 200 euros (100 con pronto pago). Es la misma cantidad de las sanciones asociadas a las placas mal colocadas, deterioradas, dobladas, rotas o con las bombillas fundidas.