Cuando la familia se amplía, los recién llegados deben viajar en el coche correctamente. O lo que es lo mismo: con su correspondiente y obligatorio Sistema de Retención Infantil (SRI). La Organización de Consumidores y Usuarios (OCU) ha valorado las sillitas en numerosas ocasiones, pero ahora ayuda a los usuarios que van a comprar una de segunda mano.
La OCU recomienda, eso sí, adquirir un sistema de retención nuevo porque juega un papel crucial en la seguridad de los menores. No obstante, hay quien opta por una de segunda mano cedida por algún familiar o conocido. ¿Qué hay que revisar en este caso?
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En primer lugar, la silla infantil debe proceder de alguien que sea de confianza para saber, a ciencia cierta, que no ha sufrido ningún daño. Aunque se cuente con esta certeza, hay que revisar cuatro puntos en un SRI prestado y que ya ha sido empleado por otro niño o niña.
Uso del SRI
Recomienda la OCU preguntar a los dueños por el uso que ha tenido la sillita. Así se puede saber si sufrió un golpe o si le falta algún componente. En este caso, lo más adecuado es rechazar el préstamo.
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Manual de instrucciones
Hay que pedir el manual de instrucciones y si ya no está a mano, se puede buscar en internet. ¿La razón? Ahí figuran los pasos a seguir para su montaje y, de esta forma, es posible comprobar si tiene todas las piezas.
Revisión
Conviene revisar en profundidad la silla infantil poniendo especial atención en los cinturones y en las hebillas: hay que fijarse en su desgaste y en que funcionen bien. Por otro lado, se debe echar un vistazo a la estructura interior retirando, para ello, la funda. Ante el mínimo defecto, la OCU aconseja devolver el SRI.
Homologación
Este es uno de los puntos más relevantes. Hay que buscar la pegatina naranja, que está presente en todas las sillas infantiles: en ella figura su homologación. Debe estar certificada de acuerdo con la normativa ECE R129 o la i-Size. Y es que desde septiembre de 2024 no se pueden vender SRI (nuevos o de segunda mano) que cumplan la anterior normativa: ECE R44-04.
Las plataformas de compraventa, descartadas
Por otro lado, la OCU desaconseja comprar una silla infantil de segunda mano en las conocidas plataformas de compraventa, como Wallapop, porque los vendedores son completos desconocidos. Esto puede dar pie a que un SRI que parece estar bien podría haber sufrido un accidente de tráfico.
En estos casos, la estructura interior puede estar dañada sin que se aprecie a simple vista. Además, es posible que la silla infantil tenga otras partes deformadas, que le falte algún componente o que esté mal montada. Esto se traduce en un sistema de retención que no protegerá con la misma seguridad que cuando era nuevo.
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