Un deportivo sueco está registrado en el libro Guinness de los récords como el coche que más carretera ha rodado en el mundo, al sumar un total de 5,23 millones de kilómetros. Todo empezó con un flechazo. Un viernes de 1966, el joven profesor Irv Gordon se compró el coche que por entonces le quitaba el sueño, un Volvo P1800 S, y ese mismo fin de semana, para estrenarlo, recorrió casi 2.500 kilómetros.
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Y es que, como declaró públicamente en más de una ocasión, conducir era lo que le hacía más feliz en la vida. Aunque disponer de un coche representaba para él algo más que un placentero pasatiempo. Lo necesitaba imperiosamente para acudir a su trabajo desde Long Island en Nueva York (EE UU), un trayecto que personalmente no le disgustaba y, por el contrario, le suponía todos los días unos 200 kilómetros de satisfacción al volante.
Irv le daba mucha importancia a la fiabilidad de su vehículo y por ese motivo se inclinó por la marca sueca, ya entonces reputada por el buen resultado de sus mecánicas. Y no contento con sus desplazamientos cotidianos, aprovechó su tiempo libre durante toda su vida para recorrer al volante el extenso territorio estadounidense y hacerse un asiduo de la Ruta 66.
Entonces tenía 26 años y muchas ganas de conducir su bonito P1800 S. Así que fue sumando kilómetros casi sin darse cuenta hasta obtener en 1998 su primer récord Guinness en esta particular categoría: 1.690.000 millas (2.719.792 kilómetros).
El apasionado conductor siguió devorando millas al mismo ritmo con su coche y, en 2002, el fiel Volvo ya superaba con holgura los tres millones de kilómetros recorridos. Y resultó ser un coche que nunca le dejó tirado, aunque lógicamente necesitó hasta dos cambios de motor por puro desgaste a lo largo de su larguísima vida.
Cambios de motor
El primero de los cambios se realizó al alcanzar el millón de kilómetros aunque, como declaró Irv Gordon en una de las entrevistas que le hicieron, no habría hecho falta, ya que todavía funcionaba sin problemas. Un segundo motor fue necesario en 2009, cuando durante unas vacaciones recorriendo las Montañas Rocosas el incansable viajero percibió una merma de potencia al enfrentarse a sus fuertes desniveles en los puertos.
Pero a pesar de toda esa distancia recorrida y agotar la vida útil de aquellos dos motores de sustitución, todo en el Volvo se conservó de origen hasta el fallecimiento de su propietario en 2018. Le llegó a los 77 años, durante 50 de los cuales estuvo ligado inseparablemente a su vehículo, con el que compartió sus viajes y, como declaró con insistencia, los mejores momentos de su vida.
Irv Gordon siguió disfrutando hasta el final de su pasión, ya que, en mayo de ese mismo año, actualizaba en su página de Facebook el kilometraje conseguido a lo largo de su odisea sobre ruedas: 5.230.782 kilómetros.
El Volvo P1800 S de 1966 era un coche deportivo de llamativo diseño cupé, pero con una base mecánica muy racional y robusta que lo hacía adecuado para el uso diario. Además, fue un modelo que se hizo muy popular en aquellos años porque era el coche que utilizaba el actor Roger Moore en su personaje de Simon Templar cuando protagonizó la famosa serie El Santo.
El P1800 S llevaba un motor 1.8 litros de cuatro cilindros, propulsión trasera y rendía una potencia de 103 CV, que se gestionaba con una caja de cambios manual de cuatro velocidades y overdrive (una marcha superdirecta que servía para bajar al mínimo las revoluciones en carretera).
La simplicidad del chasis y el resistente acero sueco con el que estaba fabricada la carrocería hicieron el resto para que Irv Gordon pudiese disfrutar durante tan largo tiempo de su pasión y diera más de treinta veces la vuelta al marcador de su cuentakilómetros.
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