Las discusiones causadas por incidencias de tráfico están a la orden del día. En algunos casos, incluso, los conductores llegan a las manos. Uno de los conflictos que más altercados genera es el relacionado con guardar plazas de aparcamiento, que es tan antiguo casi como el propio automóvil.
Una práctica sancionable
La estrategia es sencilla. Un familiar o amigo guarda un sitio para aparcar mientras el conductor llega a la zona. O también es común que ese familiar o amigo aparque un coche ocupando dos sitios y libere uno cuando llega el conductor. Muchos han recurrido alguna vez a esta argucia y más en las zonas en que las plazas para aparcar se cotizan muy al alza. Esta situación es a todas luces ilegal.
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La legislación no se pronuncia sobre este hecho en concreto, pero la ley de tráfico limita esto indirectamente: “Mientras exista refugio, una zona peatonal o algún otro espacio adecuado, los peatones no podrán permanecer detenidos en el arcén ni en la calzada, ni aunque sea a la espera de un vehículo, ya que para subirse tendrán que esperar guarecidos a que este se encuentre a su altura”.
Hasta 200 euros de multa
Se deduce que ningún peatón puede permanecer invadiendo la calzada, en este caso para reservar un sitio. Por lo tanto, el coche que pase y quiera hacer uso del lugar de aparcamiento está en todo su derecho. Si se generara un conflicto, lo mejor es acudir a la Policía. Con la ley en la mano, se puede sancionar con 80 euros a la persona que guarda el sitio y los agentes permitirán aparcar al otro vehículo.
En el segundo de los supuestos, cuando alguien aparca empleando dos plazas simultáneamente, invadiendo las líneas que delimitan el puesto y obstaculizando el aparcamiento de otros vehículos, la sanción tiene una cuantía más elevada.
Cuando un ciudadano denuncia este hecho, la policía podrá personarse en el lugar junto con la grúa para proceder a la retirada del vehículo infractor hacia las dependencias municipales. En este caso el monto es superior y asciende hasta los 200 euros. A esto habrá que sumar el coste de rescatar el vehículo del depósito municipal de la grúa.
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Entusiasta del motor en toda su magnitud, preferiblemente los V12. Le dijeron que cuatro ruedas eran mejor que dos, por eso se compró otra moto. Claro que también le apasiona cuando van las cuatro juntas. Ha trabajado como creativo publicitario para muchas marcas de coches y motos e hizo la mili en esto de juntar letras en la editorial Luike.