Las zonas de bajas emisiones (ZBE), que imponen restricciones de circulación a los vehículos en función del etiquetado ambiental, ocupan en España una superficie superior a los 739 kilómetros cuadrados, la mayoría de ellos en Madrid, donde no pueden circular los vehículos sin distintivo de la Dirección General de Tráfico (DGT).
Según datos del Ministerio para la Transición Ecológica, en España hay 53 ciudades con ZBE activas, y estas áreas ocupan una superficie equivalente a más de 100.000 campos de fútbol. Si se toman en cuenta las medidas estándar de un terreno de juego, el espacio con restricciones equivale a 103.460 campos.
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Madrid alberga la mayor ZBE de España, cuya extensión representa el 80% de las áreas restringidas del país. Su zona de bajas emisiones abarca todo el término municipal, lo que supone un espacio de 605 kilómetros cuadrados, es decir, más de 84.000 campos de fútbol.
Le siguen las ZBE de Barcelona, con 95 kilómetros cuadrados, y Badalona, con 12, según datos recopilados por la empresa de coches por suscripción Bipi. Sin embargo, las ZBE deberían cubrir una superficie mucho mayor. Los 53 municipios con una ZBE activa representan solo el 32% de las poblaciones obligadas a contar con una zona restringida.
Zonas de bajas emisiones pendientes
Un total de 94 ciudades (56%) tienen la ZBE en trámite (30 de ellas son capitales de provincia), y otros 20 municipios mantienen pendiente la instauración de un área restringida.
En este sentido, por ejemplo, hay capitales de provincia como Valencia, con cerca de 800.000 habitantes; Murcia, con unos 460.000; Las Palmas de Gran Canaria, con 380.000; Vitoria, con 255.000, y Granada, con 234.000, que todavía no han puesto en marcha sus ZBE.
Estas zonas son obligatorias por ley en España desde el 1 de enero de 2023 para todos los municipios de más de 50.000 habitantes, así como para algunos de más de 20.000 con problemas de calidad del aire.
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Cómo serán las ZBE con la nueva normativa: adiós a las áreas restringidas que no sirven para reducir emisiones