En la carretera conviven muy diferentes tipos de vehículos, desde turismos y motocicletas hasta grandes camiones. La clave para mantener la seguridad y evitar accidentes es intentar entender las particularidades de cada uno, especialmente de los vehículos más pesados y voluminosos.
Circular cerca de camiones y similares siempre debe poner en alerta al resto de conductores. Estos vehículos sufren más los peligros de los ángulos muertos y su capacidad para maniobrar es más limitada. Además, su tamaño y longitud dificultan los adelantamientos en la carretera.
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Pero es más, los camiones pueden sufrir lo que comúnmente se denomina como efecto tijera, un fenómeno que puede tener graves consecuencias en carretera. Es un inconveniente que afecta a los camiones articulados debido a la descompensación entre la cabina y el remolque.
¿Por qué se llama tijera?
Si el camión se encuentra con un imprevisto y tiene que frenar bruscamente, las ruedas de la cabeza tractora se bloquearán. En este momento, la parte de la cabina perderá la capacidad de dirigir todo el conjunto del camión, ya que el remolque tiene menos capacidad de frenada.
En ese mismo escenario, si la cabeza tractora y el tráiler no están en una completa línea recta, se producirá el efecto tijera. Cualquier ángulo de diferencia entre ambas partes, por pequeño que sea, en condiciones de frenada brusca provocará que el remolque se desplace lateralmente. Así, se deslizará sobre su eje trasero, girando y llegando incluso a sobrepasar la cabeza del camión. En esas circunstancias, ‘barrerá’ sin control todo lo que encuentra a su paso.
El nombre del efecto tijera viene por el movimiento del tráiler, que llega a sobrepasar la cabeza tractora y se queda cruzado respecto a esta. Como se ve en la imagen animada, el desplazamiento del remolque y la forma final que dibuja junto a la cabina se asemejan a los de unas tijeras.
Por detrás del camión
Los sistemas electrónicos como el antibloqueo de los frenos y el reparto de la frenada son algunos métodos para evitar que se produzca este efecto, pero hay situaciones en las que es inevitable.
Si un conductor percibe que el camión al lado del que circula está perdiendo el control, lo más aconsejable es reducir la velocidad para quedarse por detrás de él y, así, situarse fuera del alcance de la posible línea de giro de la zona de carga descontrolada.
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Graduada en Periodismo por la Universidad de Zaragoza, su primer contacto con el mundo del motor fue en los mundiales de MotoGP y Superbikes. Dio el salto al periodismo de motor hace cinco años y, desde entonces, sigue todo lo que tenga ruedas, especialmente si es made in Italy.