Cuando el ciclista Luis Ángel Maté se quejó en julio pasado del Chevrolet Corvette que ardió en Sierra Nevada, estaba protestando por lo que a menudo hacen las marcas de coches en España: sesiones de ensayo y error.
Y en esa circunstancia, y a pesar del celo de la Dirección General de Tráfico (DGT) por vigilar los excesos de velocidad, los conductores pueden circular, a veces, más rápido de lo que limita la ley. Hasta a 150 km/h.
Conducir hasta 150 km/h
En particular, el reglamento de vehículos permite a los fabricantes realizar ensayos en autopistas, autovías y otras carreteras “en los que sea necesario sobrepasar las limitaciones genéricas de velocidad”.
El tope se establece en los 150 km/h, una velocidad que a cualquier conductor le supondría, en una vía rápida, una multa de 100 euros (sin pérdida de puntos). Para evitar esa sanción, los vehículos autorizados a circular a esa velocidad deben llevar dos placas con las letras F.V.
30 km/h de margen
El artículo del reglamento que regula estos ensayos recoge que el margen “no podrá ser superior a 30 kilómetros por hora sobre [la velocidad] la normalmente autorizada para la vía”.
Por tanto, en una carretera convencional la velocidad para los coches de prueba (con la placa F.V.) se amplia hasta 120 km/h; en una autopista, hasta 150 km/h. “Salvo que la vía se haya cerrado al tráfico general”, dice la norma. En esa circunstancia, la DGT otorgará un permiso concreto.
La norma también establece que estas pruebas no pueden hacerse por vías urbanas, travesías ni por tramos en los que exista señalización específica que limite la velocidad. Por ejemplo, una zona de curvas limitada a 80 km/h en una autovía.
¿Quiénes pueden hacerlo?
Tampoco cualquiera puede ponerse al volante de estos coches de prueba. Los conducirán aquellos automovilistas que hayan recibido la autorización específica por parte de la DGT.
Cuando concede este tipo de permisos, Tráfico expide un documento en el que consta “el tipo de ensayo a realizar, su itinerario, duración y demás condiciones en que deba desarrollarse”.
Quienes quieran poner a prueba un vehículo en estas circunstancias deben solicitarlo con un mínimo de 72 horas de antelación. De este modo, la DGT puede señalizar el tramo, si lo estima conveniente, para que el resto de usuarios esté al tanto de que hay un ensayo en marcha.
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