Cataluña tiene las competencias de tráfico cedidas y, por lo tanto, todo lo relacionado con esta materia no depende de la Dirección General de Tráfico (DGT). Tampoco las sanciones interpuestas por sus cientos de radares, que se han convertido en toda una pesadilla para sus conductores.
Un total de 200 radares, 40 de ellos de tramo, vigilan los excesos de velocidad en las carreteras de Cataluña. El Servei Català de Trànsit (SCT) acaba de desvelar que, en 2022, interpusieron 758.659 multas por exceso de velocidad. O lo que es lo mismo: una sanción cada 42 segundos.
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Los radares que más multan en Cataluña
Dos de estos dispositivos llaman la atención porque son los que más multan: uno de la AP-7, ubicado entre Ulldecona y Amposta (Tarragona), y otro de la C-31, situado en Castell d’Aro (Girona) en sentido norte.
El primero de ellos es el que más sanciones ha puesto en toda Cataluña: 59.036, que suman 6,6 millones de euros; el segundo se queda en 57.927 sanciones (6,52 millones). De media y al día, cada uno interceptan, aproximadamente, 160 vehículos que circulan por encima de los límites establecidos.
El podio lo completa uno de los cinemómetros de la C-17. Concretamente, el que está en Centelles (sentido Barcelona): firmó 36.099 multas, que supusieron una recaudación de 3,8 millones de euros.
Los datos facilitados por el Servicio Catalán de Tránsito señalan que el número de multas por exceso de velocidad en esta zona llevan cinco años incrementándose. Y en los últimos 10 años, los radares de la AP-7 y la C-31 son los que más sanciones han interpuesto: 469.281 y 368.490, respectivamente.
La razón de tantas multas
Explican desde el SCT que el principal motivo es la enorme presencia de conductores ocasionales. En ambos puntos, sobre todo en la C-31, que es una zona turística, el número de personas que saben dónde están los dispositivos es muy pequeño si se compara con el de las que están de paso.
Hay que tener en cuenta, además, que son vías muy rectas y en ellas es fácil practicar una conducción relajada y cómoda. Razón por la que se minimiza la sensación de circular a una elevada velocidad.
83 millones de euros
La recaudación procedente de esas multas que, en Cataluña, llegan cada 42 segundos asciende a 83 millones de euros. El SCT asegura que no existe un afán recaudatorio, sino que la presencia de estos 200 dispositivos busca reducir el nivel de siniestralidad de las carreteras.
Algo que sustentan con datos. Según ellos, gracias al radar de la AP-7, en los 18 kilómetros del tramo, el número de accidentes con heridos graves o fallecidos ha bajado un 79,5%. En los tres kilómetros que cubre el cinemómetro de la C-31 se han reducido en un 93,5%.
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Desde que aprendió a hablar y escribir, una de sus pasiones siempre fue contar todo lo que pasaba a su alrededor. Hizo las maletas y cambió Zaragoza por Madrid para estudiar Periodismo en la Universidad Complutense. Antes de graduarse, el mundo del motor se cruzó en su camino… y nunca lo ha abandonado.