Los badenes y resaltos tienen el mismo objetivo: reducir la velocidad de la circulación en una vía, normalmente urbana. A pesar de que obligan a los conductores a bajar el ritmo, muchos no lo hacen. Y hay una poderosa razón por la que deberían actuar al contrario.
Un badén o un resalto pueden ser dolorosos, literalmente. Tanto el conductor como sus acompañantes pueden sufrir el golpe seco al pasar por ellos rápidamente. A esto hay que sumar las innecesarias averías que se pueden producir, principalmente, en los amortiguadores.
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¿Cómo evitar esto? Respetando los límites establecidos en las zonas donde están presentes badenes y resaltos. Hay, además, una serie de consejos que todos los conductores deben seguir a la hora de pasar por encima de estos reductores de velocidad.
Antes del badén o resalto
La anticipación es fundamental a la hora de circular por una zona con badenes y resaltos. Por ello, hay que reducir progresivamente la velocidad hasta llegar a ellos: así se evitará frenar de manera brusca en el último momento.
Cabe recordar que el golpe por pasar demasiado rápido por encima de un badén o un resalto no sólo afectará al exterior del coche, también al interior y a la parte mecánica (frenos y amortiguadores) Algo especialmente relevante en los modelos cuya altura al suelo es más baja de lo habitual.
Cómo pasar un badén o resalto
Antes de enfrentarse a un badén o resalto hay que tener en cuenta dos recomendaciones. La primera de ellas es que no se deben pasar sólo con dos ruedas al intentar esquivarlo: esto impide que el reparto del peso sea equitativo y perjudica tanto a los amortiguadores como a los neumáticos.
Así las cosas, hay que superarlos pasando las dos ruedas de cada eje a la vez. Hay que hacerlo, además, despacio para evitar reventar un neumático. Esta es la segunda recomendación a tener en cuenta.
A la hora de pasar por el badén no hay que pisar el pedal del embrague. Tampoco hay que accionar la caja de cambios o hacerlo en punto muerto, ya que, en este contexto, el conductor tiene menos control del vehículo.
Después de pasar el badén
Una vez pasado el badén o resalto, el conductor debe olvidarse de los acelerones. Hay que esperar hasta que el eje trasero vuelva a estar en contacto con el asfalto para pisar el pedal derecho de manera suave y progresiva.
Las posibles averías
Pasar rápido por encima de un badén o un resalto puede provocar una serie de averías en varios elementos del coche, tal y como detalla Eurotaller.
- Suspensiones: es uno de los sistemas que más sufre.
- Neumáticos: para ellos, circular a toda velocidad por un resalto o un badén es lo mismo que un golpe contra un bordillo al aparcar. A esto hay que añadir los posibles reventones.
- Silentblocks del motor: pueden sufrir holguras y esto reducirá el confort de marcha.
- Dirección y ejes: se altera su geometría y, también, se daña el paralelo. En consecuencia, el desgaste de los neumáticos es irregular.
- Habitáculo: en el interior del coche, los golpes secos se transforman en desajustes de las piezas y estos en todo tipo de ruidos al circular.
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Desde que aprendió a hablar y escribir, una de sus pasiones siempre fue contar todo lo que pasaba a su alrededor. Hizo las maletas y cambió Zaragoza por Madrid para estudiar Periodismo en la Universidad Complutense. Antes de graduarse, el mundo del motor se cruzó en su camino… y nunca lo ha abandonado.