Todos los componentes de un automóvil se deben cuidar y revisar cada cierto tiempo, pero con el propulsor hay que prestar mayor atención.
Con la llegada del frío, los motores de combustión sufren. Razón por la que se debe conocer el proceso para apagar el motor. Esta explicación afecta a los motores con turbo, tanto diésel como gasolina. Entonces, ¿hay que esperar antes de apagarlo?
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La respuesta corta es sí. Es necesario dejar reposar el motor antes de desconectarlo. Esto es debido al compresor de aire (turbo) el cual permite una entrada mayor de aire comprimido hacia el interior del motor, llenando forzadamente todos los cilindros repetidamente mientras se encuentra en funcionamiento, alcanza una temperatura muy elevada.
El turbocompresor es el elemento del motor que más temperatura alcanza. Si se desconecta el motor instantáneamente sin esperar unos minutos, se corre el riesgo de que los rodamientos se averíen. La razón es que cuando se para el propulsor, automáticamente se detiene la bomba de aceite cortando el circuito de lubricación hacia el turbo, generando el desgaste.
¿Cuándo parar el motor?
La avería mecánica no solo se queda en los rodamientos, el buje y los anillos del sello del turbo no se mantienen estancos y comienzan a filtrar aceite hacia la admisión. Esto provoca la contaminación del carburante con dicho aceite causando autodetonaciones. Además, al filtrarse el aceite fuera de su cauce —siendo este el encargado de lubricar el motor— puede terminar gripándolo por falta de la lubricación que se quemó en la combustión.
Por lo tanto, la manera ideal de apagar un motor turbo para que la turbina del compresor no siga girando sin recibir la lubricación adecuada es esperar un mínimo de dos minutos al ralentí antes de extraer la llave de contacto. Esta forma de actuación es necesaria en un viaje largo, tras llegar al destino, como al parar en la gasolinera. Así mismo, si en el día a día la temperatura del motor sube más de la cuenta, también se debe actuar así al llegar a casa o al trabajo.
¿Y cómo arrancarlo?
Es esencial, a la hora de ponerlos en marcha, dejarlos el tiempo suficiente al ralentí para que vayan entrando en calor. También es importante, si no se puede esperar el tiempo necesario para esta operación, no subir de vueltas la mecánica mientras no alcance la temperatura idónea de funcionamiento.
Cabe recordar que con bajas temperaturas el propulsor tiene que hacer un mayor esfuerzo para arrancar, afectando también al sistema eléctrico. Por eso, se debe dar ese tiempo al aceite para que entre en calor, pues con el frío se vuelve más viscoso y el recorrido por el motor es más lento, lo que afecta también a la capacidad de lubricación.
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Entusiasta del motor en toda su magnitud, preferiblemente los V12. Le dijeron que cuatro ruedas eran mejor que dos, por eso se compró otra moto. Claro que también le apasiona cuando van las cuatro juntas. Ha trabajado como creativo publicitario para muchas marcas de coches y motos e hizo la mili en esto de juntar letras en la editorial Luike.