Desde el 1 de enero de 2023, casi 10 millones de coches en España (o 25 millones, en algunos lugares concretos) tendrán restringida la circulación en muchas vías urbanas. Todas las ciudades de más de 50.000 habitantes (149 municipios) deben delimitar por ley zonas de bajas emisiones (ZBE), a las que un buen número de coches no podrán entrar.
Las restricciones dependerán de la normativa municipal correspondiente, pero solo habrá libertad completa, probablemente, para aquellos con las etiquetas ECO o Cero de la Dirección General de Tráfico (DGT).
Los modelos con distintivos B o C disfrutarán de una movilidad limitada. Y esta será mucho menor para aquellos que no tengan etiqueta medioambiental. Son unos 10 millones de vehículos, según datos de la patronal de fabricantes ANFAC.
En las ZBE de Madrid Distrito Centro y Gijón, por ejemplo, los vehículos con etiquetas B y C solo pueden entrar en ellas para estacionar en un aparcamiento subterráneo. Aquellos sin distintivo tienen vedado el acceso. La expresión “sin distintivo”, no obstante, encierra algunos matices.
¿Cómo se consigue la pegatina de la DGT? ¿Puede obtenerse gratis? ¿Es obligatorio llevarla? La primera pregunta tiene varias respuestas; la segunda se contesta solo con un no. La tercera, como la primera, depende.
Cuáles son las etiquetas de la DGT
El distintivo medioambiental se otorga a los coches en función de la normativa de emisiones que cumplan, según estos criterios:
- Sin etiqueta (categoría A): coches de gasolina anteriores al año 2001 y diésel anteriores a 2006.
- Etiqueta B: turismos de gasolina matriculados entre enero de 2001 y 2005, y diésel matriculados entre enero de 2006 y agosto de 2015. Deben cumplir la normativa Euro3 si son de gasolina y las Euro 4 o 5 si son diésel.
- Etiqueta C: gasolina matriculados a partir de enero de 2006 y diésel matriculados a partir de septiembre de 2015. Deben cumplir la normativa Euro 4, 5 o 6 en el caso de los motores de gasolina, y la normativa Euro 6 en el caso de los diésel.
- Etiqueta ECO: híbridos con autonomía eléctrica inferior a 40 kilómetros, ya sean electrificados (microhíbridos, híbridos autorrecargables e híbridos enchufables) o por gas (GLP o GNC).
- Etiqueta Cero: híbridos enchufables con más de 40 kilómetros de autonomía y eléctricos puros, incluidos los de autonomía extendida.
Cómo conseguir la pegatina de la DGT
En 2016, cuando la DGT puso en marcha el sistema de etiquetado, hizo un envío masivo de pegatinas a cientos de miles de conductores como parte de la campaña de información. Sin embargo, la mayoría de los propietarios de vehículos se quedaron sin ella, y desde entonces la pegatina de la DGT no se puede conseguir gratis: cuesta cinco euros.
Más información
Para obtenerla, lo más rápido es acudir a una oficina de Correos y presentar la documentación del vehículo y el DNI del titular (o de alguien autorizado). La misma entidad la vende por internet en Correos Market, al mismo precio y en un plazo de entre tres y cuatro días. Tráfico, además, colabora con otras entidades para esta tarea:
- Talleres de la Confederación Española de talleres (CETRAA) y “otras redes de talleres autorizados”.
- Gestores administrativos.
- Instituto de Estudios de Automoción (Ideauto).
- Asociación Ganvam, solo para flotas.
Para qué se necesita la etiqueta
De modo genérico, los conductores no están obligados a llevar la pegatina de la DGT, pero Tráfico recomienda hacerlo. El reglamento de vehículos, de hecho, habilita a los ayuntamientos a “establecer la obligatoriedad de la colocación del distintivo en el vehículo”. En ese caso, ha de ir en la esquina inferior derecha del parabrisas.
Y así ocurre en Barcelona, Sant Joam Despí, Sant Cugat del Vallès, L’Hospitalet de Llobregat, Cornellà de Llobregat, Gijón, Madrid, Rivas-Vaciamadrid, Sevilla, Córdoba, Pamplona y Pontevedra: todos los turismos que puedan disponer de etiqueta deben exhibirla.
Los vehículos de la categoría A (no existe distintivo físico para ellos) pueden circular y estacionar en esas ciudades, pero solo en las zonas no restringidas. Cuando el 1 de enero de 2023 se aplique la ley de cambio climático, estas áreas con limitaciones llegarán poco a poco a todas las ciudades de más de 50.000 habitantes.
La ley, aprobada en 2021, exige la implantación de las ZBE “antes de 2023”, pero la gran mayoría no llegará a tiempo. Un informe de EL PAÍS publicado en octubre señala que solo lo conseguirán 20 de los 149 municipios obligados a establecer estos sectores restringidos.
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