Los neumáticos son uno de los elementos de seguridad activa más importantes del coche. El conductor tiene que poner especial cuidado en su conservación y mantenimiento. Y entre las tareas más simples y relevantes figura la de mantener una correcta presión.
En la Unión Europea (UE), desde 2014, todos los coches nuevos deben equipar de serie el sensor TPMS. Es el encargado de monitorizar los neumáticos y avisa de una presión incorrecta mediante una alerta en el cuadro de instrumentos.
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Hay vehículos que son anteriores a esa fecha y muchos conductores, especialmente los menos experimentados, desconocen cómo mantener y ajustar la presión de los neumáticos. Cometer estos errores tan comunes provocará que el coche gaste hasta un 10% más de combustible, incrementando sus emisiones de forma proporcional.
Ajustar la presión con los neumáticos fríos
Es muy importante ajustar la presión con las ruedas frías. Hay que dejarlas reposar unas tres horas después de un trayecto por carretera, así como no recorrer más de cinco kilómetros a baja velocidad hasta la estación de servicio o el taller, para que no vuelvan a calentarse.
Cabe recordar que cuando aumentan su temperatura por la fricción con el asfalto, el aire contenido en su interior se dilata y provoca que la presión medida por el manómetro sea mayor que la real.
La presión correcta: ni más, ni menos
Es conveniente restablecer con frecuencia la presión correcta y hacerlo cada mes. En ese tiempo, un neumático (incluso en buenas condiciones) puede perder hasta 0,1 bares. Y es aún más necesario hacerlo antes de emprender un viaje largo por carretera.
Para ello, hay que tener presente que cada modelo tiene unos valores determinados de inflado: vienen indicados en el manual de mantenimiento y, también, en una pegatina que suele estar situada en el quicio de la puerta del conductor.
Son cifras que no deben alterarse, ya que están calculadas para que el neumático conserve sus propiedades en un rango determinado de condiciones.
![TPMS](https://motor.elpais.com/wp-content/uploads/2024/05/TPMS-monitor-presion-ruedas-3-scaled.jpg)
Herramientas adecuadas
Para verificar estos valores hay que emplear un manómetro que indique la cifra con precisión: se puede disponer de uno o emplear los que están en las estaciones de servicio, en los talleres…
Un neumático con poca presión se calienta en exceso y puede reducir su vida útil hasta un 20%. Es decir, en lugar de durar unos 40.000 kilómetros, habrá que sustituirlo a los 32.000, más o menos. Por el contrario, una presión excesiva también perjudica a la cubierta, provocando un aumento anormal de la temperatura y un deterioro irregular y acelerado de la banda de rodadura.
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