¿Tu coche no enfría? Descubre por qué el aire acondicionado falla cuando más aprietan las temperaturas

Conoce las soluciones más comunes a los fallos y los consejos clave para mantener la climatización en óptimas condiciones.

Aire acondicionado no enfría

Mantener una temperatura óptima dentro del vehículo, sobre todo en los días más calurosos, no es solo una cuestión de confort; es fundamental para la seguridad. El calor excesivo puede provocar fatiga al volante, reduciendo la concentración y aumentando exponencialmente el riesgo de accidentes. Por eso, es indispensable asegurar que el sistema de climatización funcione correctamente durante la canícula.

El aire acondicionado de un coche opera mediante un circuito sellado de conductos flexibles por donde circula el gas refrigerante. Aunque su diseño es hermético para evitar fugas, el constante movimiento del vehículo, los impactos cotidianos y las fluctuaciones térmicas pueden comprometer su integridad. Esto obliga a realizar revisiones periódicas y recargar el gas cuando sea necesario para garantizar su eficacia.

Mantenimiento periódico

Con la llegada del verano, una pregunta resuena entre los conductores: ¿por qué el aire acondicionado ha dejado de enfriar de repente? La clave para evitar este tipo de contratiempos reside en el mantenimiento preventivo. Realizar verificaciones periódicas es esencial para anticiparse a los problemas y asegurar el rendimiento óptimo del sistema.

En muchas ocasiones, cualquier usuario puede encargarse de las comprobaciones básicas y de las reparaciones sencillas. Sin embargo, para los fallos más complejos, lo más recomendable es acudir a un taller mecánico donde los profesionales ofrecerán la solución más adecuada a cada caso.

Causas más probables

Cuando el aire acondicionado no enfría correctamente el habitáculo puede deberse a las siguientes circunstancias:

  • Filtro del aire sucio. Si el filtro del aire acondicionado (también llamado filtro del polen) está sucio u obstruido, no permite una buena refrigeración del habitáculo. Para solucionarlo se debe limpiar o cambiar (cada 20.000 kilómetros) en una operación que puede hacer uno mismo.
  • Fuga de gas refrigerante. Otra de las típicas causas que impide enfriar al aire acondicionado. El circuito de refrigeración está compuesto por tuberías y abrazaderas, por lo que es muy fácil que alguna se suelte o tenga una fuga. Para comprobarlo, únicamente es necesario enjabonar el circuito y esperar a que aparezcan pequeñas burbujas, que delatarán la pérdida. Si se debe a una conexión floja, nada más hay que apretarla. Si se ha producido una rotura, hay que acudir al taller especializado para su cambio.
  • Compresor del aire acondicionado. Otro elemento que es mejor verificar y, llegado el caso, cambiar en un taller. El compresor es el componente fundamental del aire acondicionado y tiene que permanecer lubricado correctamente. Si está dañado, se notará una vibración al conectarlo.
  • Ventilador interior. La acumulación de suciedad en este elemento tapona las rendijas y afecta sobremanera al correcto flujo de aire. Se puede detectar el problema con facilidad, ya que emite un olor desagradable al activar el aire acondicionado dentro del vehículo.
  • Fallos en el sensor exterior de temperatura. Este sensor puede fallar por suciedad, daños físicos o envejecimiento, enviando datos incorrectos a la centralita, provocando que el habitáculo no se enfríe adecuadamente, aunque el sistema esté encendido y, aparentemente, en perfecto funcionamiento.
  • Intercambiador exterior. Otra pieza importante del sistema de aire acondicionado. Cuando se acumula la suciedad en este elemento, el taponamiento dispara la presión del gas y el aire sale a temperatura ambiente. Es recomendable su limpieza una vez al año antes del cambio de estación.
  • Recarga de gas del aire acondicionado. Uno de los problemas más habituales es la falta de gas refrigerante en el depósito. Para subsanarla solo hay que recargarlo en un taller especializado. Se recomienda hacerlo cada dos años, ya que las pequeñas fugas van mermando su capacidad.
  • Fusibles. Los fusibles protegen el sistema eléctrico del coche contra las sobrecargas y cortocircuitos. Si el fusible relacionado con el aire acondicionado se quema, el sistema no recibirá energía y, por lo tanto, no funcionará.
  • Relés. Los relés actúan como interruptores eléctricos que permiten que el sistema de aire acondicionado reciba la energía necesaria para funcionar. Si el relé falla, el compresor del aire acondicionado y otros componentes no pueden activarse.

Una forma eficaz de mantener en buen estado el sistema de refrigeración es conectarlo al menos una vez al mes durante 15 minutos. Así se mantiene operativo el mecanismo, limpiando los conductos e impidiendo que se acumule suciedad en las toberas y filtros.

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