Los motoristas que quieran obtener el permiso A, que da acceso a vehículos de cualquier potencia, deberán llevar a partir de ahora un chaleco airbag durante su formación y pasarán más tiempo en carreteras abiertas que en circuito cerrado. Además, recibirán formación sobre movilidad y los sistemas de ayuda ARAS. El cambio entrará en vigor este año, según ha anunciado la Dirección General de Tráfico (DGT), y llega a la vez que la puesta en marcha de los cursos de conducción segura y eficiente que permitirán recuperar dos puntos de su permiso a quienes los completen con éxito.
Se trata de dos iniciativas de “gran relevancia para la formación en seguridad vial”, en palabras de Tráfico, que estaban pendientes de desarrollo y acaban de llegar al Boletín Oficial del Estado por medio de sendas órdenes ministeriales.
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Los datos de siniestralidad mortal de los motoristas preocupan a la DGT desde hace ya varios años y mejorar las cifras pasa, a juicio de los expertos, por reforzar la formación. Las motocicletas representan el 15% del parque automovilístico en España y causan el 25% de los fallecimientos. En 2023 (último año con datos consolidados) murieron 455 motoristas, 42 más que en 2022, y la mayoría llevan motos grandes: según datos de Tráfico, el 66% de los motoristas implicados en siniestros en carretera disponía del permiso A, porcentaje que cae hasta el 34% en vías urbanas.
Solo pueden obtener este carnet los mayores de 20 años que tengan al menos dos años de antigüedad del permiso A2 (que habilita a conducir motos de hasta 35 kw de potencia). El objetivo es que estos conductores lleguen mejor preparados al asfalto tras superar el curso de formación del permiso A, ya que pueden manejar motos de cualquier potencia. Seis de cada 10 fallecidos en moto en 2023 llevaban vehículos de más de 500cc.
Más práctica en carreteras convencionales
En la nueva formación tendrá mayor peso la circulación en vías abiertas, pues se considera que los alumnos con permiso A2 ya tienen destreza suficiente en las maniobras de circuito cerrado. De este modo, se impartirán tres horas de conocimientos teóricos (presenciales o a distancia), dos horas de circuito cerrado y cuatro horas de circulación en vías abiertas. Dos de ellas deberán discurrir obligatoriamente en carretera convencional: en torno al 77% de los siniestros en moto se produce en este tipo de vías.
Otra de las novedades es que durante la formación práctica será obligatorio el uso del airbag para el alumno y el profesor, que deberá hacer el seguimiento de los alumnos durante las prácticas de circulación en vías abiertas, con un máximo de tres aspirantes por formador.
Además, la formación teórica integrará el conocimiento de los sistemas de ayuda a la conducción en las motos (ARAS) y se actualizan los contenidos sobre la nueva movilidad, con el foco en la protección de los usuarios vulnerables. Para dar tiempo a las autoescuelas a adaptarse a los cambios, la orden ministerial que regula los cambios entrará en vigor el 1 de julio de 2025.
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