Los coches serán más caros a partir del 1 de enero

Al final se impuso lo fácil, que casi siempre consiste en no hacer nada. Y es que la tentación era muy obvia y triunfaron los criterios de los Ministerios de Transición Ecológica y de Hacienda, sobre los de Industria que dirige Reyes Maroto. No tuvieron ni que bajar del autobús para ganar el partido: bastaba dejar pasar el balón para disfrutar sin ningún coste político un filón de ingresos imprevisto y muy apetecible con lo que viene encima el próximo año.

Así que, a pesar de las esperanzas naif del sector del automóvil en España, el uno de enero de 2021 terminará la moratoria actual de emisiones de CO₂, según el método NEDC, y entrará en vigor la nueva homologación WLTP, mucho más realista y exigente, que eleva las cifras en torno a un 20%. La consecuencia directa es que un elevado porcentaje de los modelos que se venden en España saltará de tramo en el impuesto de matriculación y pagará en torno a un 5% más que ahora. Salvo que las marcas y sus redes absorban el aumento, algo muy improbable.

Lo peor de esta subida, por ahora virtual, es que afectará sobre todo a los modelos más pequeños y eficientes, que en su mayoría estaban exentos y ahora pasarán a pagar un 4,75%. Y penalizará a muchos utilitarios, pero en especial a los SUV pequeños que se hacen en España, como los Seat Arona, VW T-Cross y Peugeot 2008. Y este castigo impositivo va en sentido opuesto al objetivo de bajar las emisiones, porque reducirá la competitividad de los modelos nuevos y elevará la de los usados, una mala receta para la ansiada renovación de nuestro envejecido parque automovilístico.

Por último, otra consecuencia perversa de ese ‘no hacer nada’, es que con un mercado nacional muy deprimido -en noviembre volvió a caer un abultado 18,7%, y nada menos que un 24,4% en el canal de particulares- la medida puede acelerar aún más el descenso y dejar en nada el esperado aumento de la recaudación. Así que al final, se habrá hecho un pan como unas tortas, vamos.