Prueba completa: ¿cuál es el mejor SUV compacto ‘premium’ del mercado?

A primera vista, el resultado de esta prueba, con 1,5 puntos de diferencia entre cuatro contendientes, indica una igualdad milimétrica que en la práctica equivale a un empate técnico. Y es así, pero cuando se analizan los detalles, las diferencias de estilo, planteamiento e incluso precio son significativas. Y permiten que cada modelo se adapte mejor a perfiles de clientes diferentes.

Esta comparativa enfrenta a cuatro SUV de tamaño medio y marcas de prestigio. Son los nuevos Range Rover Evoque y Audi Q3 Sportback, que acaban de salir, y los BMW X2 y Mini Countryman, disponibles hace unos meses.

Todos llevan motores turbodiésel, cambio automático, tracción 4×4 y acabados básicos, para que no se disparen unos precios ya de por sí elevados. Se impone el primero, pero el Audi es segundo a solo medio punto; el BMW, tercero a otro medio, y el Mini, cuarto a 1,5 puntos del ganador.

En pocas palabras

El espectacular diseño del primer Range Rover Evoque le permitió posicionarse en un escalón superior a sus competidores. Y aunque la segunda entrega adopta una estética continuista, sigue teniendo más presencia que sus rivales. Por dentro es algo más amplio, está mejor acabado y transmite más calidad. Ofrece un buen maletero, un confort sobresaliente y los mejores recursos para salir del asfalto, con programas específicos para campo. Añade un equipo de serie superior, también en seguridad, y un módulo híbrido con las ventajas de la etiqueta ECO, clave en su victoria. Y estas virtudes compensan un precio y consumos más altos. Se vende con tres motores de gasolina de 200 a 300 CV (48.950 a 58.600 euros) y tres turbodiésel de 150 a 240 CV (40.450 a 52.150). 

El nuevo Audi Q3 Sportback es segundo y tiene también una imagen imponente, con silueta cupé. Aporta un interior amplio y más flexible para repartir el espacio —plazas traseras regulables en longitud— y el mejor maletero de los cuatro. Y añade un comportamiento muy homogéneo y equilibrado. Pero es el segundo más caro y viene menos equipado que el Evoque. Se vende con dos motores TFSi de gasolina de 150 y 230 CV (de 39.220 a 50.660 euros) y otros dos TDi turbodiésel de 150 y 190 CV (40.640 y 45.350).

El BMW es tercero y destaca por su imagen estilizada y deportiva, que se traslada al comportamiento y las prestaciones, porque es el más rápido y el más eficaz en curva. Y ha sido el que menos ha consumido en la prueba, dos litros menos que el Range. Pero viene con un equipo de serie limitado que le penaliza y no compensa con el precio. Se vende con tres motores de gasolina de 140 a 306 CV (de 37.750 a 58.600 euros) y cuatro turbodiésel de 116 a 231 CV (34.750 a 48.750).

El Mini se queda a medio punto del X2 y sigue destacando por su imagen y estilo inimitables, tanto por fuera como en el interior. Es tan amplio como su hermano, gasta poco y sale más barato. Pero tiene las mismas carencias, un equipo de serie escaso, sobre todo en seguridad. Se vende con cuatro motores de gasolina de 102 a 306 CV (de 27.250 a 49.000 euros) y tres diésel de 116 a 190 CV (28.250 a 40.050).

Análisis completo

CONDUCCIÓN

Cuatro SUV medios con motores 2.0 turbodiésel, cambio automático y tracción 4×4. El Range Rover tiene 180 CV, y los otros tres, 190 CV, pero el Evoque añade un módulo microhíbrido, con un alternador que hace de minimotor eléctrico y una segunda batería que ayudan al arrancar desde parado y le otorgan la etiqueta ECO. Por lo demás, el Audi lleva cambio automático de doble embrague y siete marchas, y los demás equipan los clásicos de convertidor, con ocho marchas en el BMW y el Mini, que comparten la misma base (chasis y mecánica), y nueve en el Range. Pero las levas del cambio en el volante se pagan aparte en los cuatro.

Las prestaciones son buenas en todos, pero el BMW y el Mini son más rápidos: responden muy bien desde bajo régimen, tienen nervio hasta 4.500 revoluciones y se estiran con soltura hasta 5.000. Así, aceleran más en marchas cortas, se recuperan mejor en marchas largas y los dos corren igual. Les sigue el Audi, con un cambio de respuesta más instantánea, pero luego se queda un poco, quizá porque pesa 100 kilos más. Y el Range está un paso por detrás, porque tiene 10 CV menos y 200 kilos más que los primeros, aunque no le impiden viajar y adelantar con desahogo.

Los cuatro equipan suspensiones altas, así que acusan las inercias y se inclinan más en las curvas. Sin embargo, el BMW tiene una carrocería más baja y reglajes de suspensión algo más firmes, y al ser también más ligero, al final resulta más eficaz. Al Audi le cuesta más entrar en la curva, pero destaca por su comportamiento homogéneo, tiene las reacciones más previsibles y ofrece una conducción más accesible a todos los públicos.

El Mini muestra dos caras: es el más ágil en trazados muy virados, con una dirección a priori muy directa que le mete muy bien en la curva. A cambio, resulta menos asentado y preciso en trazados amplios y autopista, y no transmite tanto aplomo. Por último, el Range presenta una personalidad diferente que busca el confort en asfalto sin sacrificar la eficacia en el campo. Así, resulta homogéneo en carretera, pero acusa más el peso y las inercias, e invita a mantener ritmos más tranquilos y conducciones menos agresivas. Además, la unidad de pruebas equipaba neumáticos mixtos de asfalto y tierra y medidas inferiores a los demás, lo que limitaba su agarre y velocidad de paso en curva. 

Al frenar pasaba lo mismo: el Audi Q3 ha sido el más eficaz, el Evoque necesitaba más metros para parar, y el BMW y el Mini se situaban en medio. El Range, en cambio, es el SUV mejor dotado de su tamaño para salir del asfalto, porque tiene más altura libre al suelo, unas ruedas más apropiadas y el sistema Terrain Response, que incluye cuatro programas a elegir según el piso: nieve y hielo, barro, arena y automático. Y es también el que ofrece una calidad de conducción superior, con un tacto más suave y refinado que se disfruta mucho.

CONSUMOS

Las diferencias de consumo han sido importantes en la prueba. El BMW apenas llega a siete litros a ritmos tranquilos y solo pasa de ocho en ciudad y a ritmos alegres. El Mini ha gastado medio litro más de media. El Audi sube a ocho en conducción suave y nueve en ciudad y estirando las marchas. Y el Evoque gasta igual que el Q3 en tráfico urbano y un litro más en conducción suave y apurando la mecánica en carretera. Las emisiones de CO2 del BMW y el Mini son mejores: 122 y 123 g/km, frente a 146 y 149 del Audi y el Range.

VIDA A BORDO

Los cuatro son bastante amplios por dentro, pero con diferencias. El Range y el Audi tienen unas butacas delanteras más amplias y elaboradas que recogen mejor el cuerpo y, en conjunto, transmiten más calidad. Y el Evoque añade las plazas traseras más amplias y es el mejor para llevar tres personas atrás, aunque no incluye tiradores en el techo para sujetarse en las curvas, una incomodidad.

El Audi le sigue en espacio disponible, pero le penaliza el diseño del respaldo trasero, que no llega hasta la puerta y se clava en la zona lumbar de los pasajeros de los lados si viajan tres atrás. Y el túnel de trasmisión es alto y molesta en los pies al del centro. Al final, el BMW y el Mini son más cómodos que el Q3 para llevar tres adultos atrás, al menos para los de los lados, porque el mullido de la banqueta del centro es más duro y abombado.

Todos tienen buenos maleteros, pero el del Audi es más grande y permite colocar la base del piso en dos alturas. Le sigue de cerca el Evoque, y los del X2 y el Countryman son idénticos en capacidad y permiten levantar el piso y situarlo paralelo al respaldo para liberar un cofre interior muy amplio que acerca su capacidad a la de sus rivales. Pero ninguno incluye rueda de repuesto de serie, solo kit de reparación o neumáticos antipinchazos Runflat (BMW y Mini). Por último, el Range tiene los mejores huecos (27 litros), con un cofre enorme en el apoyabrazos. 

El Range es el mejor acabado, con materiales de calidad y la doble pantalla de su hermano mayor el Velar, que marca la diferencia. Y transmite más solidez y calidad. El Audi aporta un interior moderno que prescinde de casi todos los botones y crea un ambiente vanguardista. El BMW presenta también un estilo y calidad notables, con buenos ajustes y materiales, pero no sorprende. Y el Mini destaca por su originalidad, con ese aire retro inconfundible, los relojes redondos y las palancas de la marca, pero no llega a la calidad de materiales y ajustes de sus rivales.

AL DETALLE

Range Rover Evoque. Espacio y refinamiento. El Evoque es el más amplio y el mejor dotado para alojar tres adultos atrás, con más anchura, altura y espacio para las piernas. Transmite una sensación de calidad y solidez superiores, con una doble pantalla de cristal líquido muy sofisticada, materiales robustos y un ambiente impecable. Y aparte de su gran confort, es el mejor para salir del asfalto, donde supera a sus rivales. 

Audi Q3 Sportback. Línea deportiva y practicidad. El Audi destaca por su silueta deportiva y no sacrifica espacio: es casi tan amplio como el Range y tiene el mejor maletero. Resulta muy práctico —las plazas traseras se regulan en longitud—, pero los asientos son mejorables: los bordes de los respaldos molestan en la zona lumbar a los pasajeros de los lados si viajan tres atrás. Y ofrece una conducción fácil al alcance de todos los públicos. 

BMW X2. Agilidad y eficacia en curva. La línea deportiva del X2 concuerda con su conducción y ofrece un comportamiento más ágil y eficaz que sus rivales. Además, no penaliza apenas el espacio de las plazas traseras, que resultan muy cómodas para dos adultos, porque el mullido de la del centro es demasiado abombado. Y tiene también un maletero grande y práctico: se amplía pegando la bandeja al respaldo.

Mini Countryman. La diferencia como valor. Comparte la base del X2 con otra carrocería y se viste con un traje diferente que reinterpreta el ADN de Mini en formato SUV. Destaca por su originalidad por fuera y por dentro, con un aire retro actualizado en los detalles: tablero, relojes redondos, teclas… Y en la práctica es tan amplio como el BMW y tiene un maletero idéntico, con un cofre grande oculto bajo el piso.

 IMAGEN Y DISEÑO

Entre los SUV clásicos y los de línea cupé. Pero con dominio del nuevo Evoque, que, aunque mantiene una imagen continuista, aporta una presencia superior a sus rivales, con un frontal y una silueta contundentes y ese toque de elegancia y la personalidad única de Range Rover. Le sigue de cerca el Audi, que rompe con la estética anodina del primer Q3 y propone un frontal con mucho carácter, un lateral y una zaga musculosa y una silueta exquisita inspirada en los cupés que acentúa su personalidad.

El BMW destaca también por su atractivo, pero aplica un camino diferente, porque busca la deportividad estilizando la figura con un frontal afilado y una cintura lateral muy ascendente que resalta su dinamismo. Y el Mini reinterpreta su carisma legendario en una carrocería SUV de formas más cuadradas, y lo hace con todo el encanto, la personalidad y el poder de seducción del modelo británico. 

En el interior se repiten los patrones. El Evoque tiene el diseño más elegante y sofisticado, con una doble pantalla impecable y una clase inconfundible; el Audi propone un ambiente muy atractivo y actual que transmite calidad; el Mini aporta un estilo retro único con buen gusto que se refleja en todos los detalles. Y el X2 rompe la rutina de BMW con un salpicadero más moderno y sugerente..

 PRECIOS Y EQUIPAMIENTO

A pesar de haber elegido las versiones básicas de estos cuatro modelos, todos tienen unos precios elevados que no compensan con el equipo de serie, también bastante justo para lo que cuestan. El menos caro es el Mini Countryman, 40.050 euros, seguido del BMW X2 con 44.500. El Audi Q3 Sportback sube a 45.350 y el Range Rover Evoque cuesta 48.310 euros. 

El Evoque al menos incluye un equipo de serie más completo que junto a otros detalles le acaban dando la victoria por tan solo medio punto. Aparte de los sistemas de seguridad, todos vienen con climatizador bizona, ordenador de viaje, equipo de música con radio, conexiones bluetooth, USB y órdenes orales, programas de conducción seleccionables, sensores de lluvia y faros, retrovisores plegables eléctricos, start & stop, kit reparapinchazos y llantas de aleación de 17 pulgadas.

Además, salvo el BMW, añaden el control de velocidad de crucero (opcional en el X2 por 350 euros) y todos menos el Audi vienen con pantalla central táctil, de 6,5 pulgadas en el Mini y el BMW y de 10 en el Range Rover. El Audi aporta detalles como levas del cambio en el volante y, sobre todo, las plazas traseras con regulación independiente en longitud (13 centímetros) e inclinación. 

Pero el más completo es el Range Rover, que añade la doble pantalla de cristal líquido, sensores de aparcamiento delanteros y traseros (el Mini, solo los de atrás), la cámara trasera, los faros led (también el Q3) y la mejor garantía, con tres años sin límite de kilómetros, frente a los tres o 200.000 del Mini y el BMW, o los dos sin límite del Audi. Y sobre todo, el Evoque añade un módulo microhíbrido que le aporta todas las ventajas de la etiqueta Eco de la DGT.

El equipo de seguridad es justo para su precio e inferior al de coches más asequibles. Aparte de los seis airbags, ABS, ESP y sensores de presión de ruedas, incluyen tracción 4×4, llamada automática de emergencia en accidentes, aviso de cambio de carril y frenada automática de emergencia en ciudad. Salvo el Audi, añaden sensor de fatiga, y el BMW suma lector de señales. El Q3 y el Evoque llevan mantenimiento automático del carril, y el primero suma el aviso de vehículo en ángulo muerto. Pero el más completo es el Range, que tiene un airbag más de rodilla (conductor) y otro en el capó delantero para proteger a los peatones en caso de atropello. En cambio el Audi ofrece el comportamiento más seguro y eficaz, seguido del BMW, el Range y el Mini. .

CONCLUSIÓN

Empate técnico entre los cuatro modelos y victoria mínima del Range. Es el más caro y gasta más, pero tiene una imagen más distintiva, el interior más amplio y elaborado, mayor versatilidad de uso para circular por el campo y el mejor equipo de serie y en seguridad. Y suma un módulo híbrido con la etiqueta Eco. El Audi cede por medio punto y ofrece una imagen poderosa, un interior amplio y más flexible para repartir el espacio, el mejor maletero y la conducción más equilibrada. Pero es el segundo más caro. El BMW se queda a otro medio punto con una imagen estilizada, mejores prestaciones y un consumo imbatible, pero es también caro y está muy poco equipado. El Mini cede por otro medio punto con una personalidad única, las prestaciones del X2, un buen consumo y un equipo de serie algo mejor. Y tiene, sobre todo, el mejor precio.

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