El grupo Jaguar-Land Rover se encuentra inmerso, como no puede ser de otro modo, en el proceso de electrificación de su gama. Apuesta por modelos que mantengan las virtudes propias de dos marcas legendarias pero revelándose cada día más eficientes. La transición, sin embargo, dista mucho de dejar atrás a aquellos clientes que siguen valorando el rendimiento combinado con la exclusividad y es así como se lanza la gama de versiones SV (Special Vehicles de sus siglas en inglés).
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Un equipo de desarrollo específico con el desafío de ir un paso más allá con los productos de Jaguar y Land Rover, la máxima expresión de su saber hacer en el sector de la automoción y buscando la satisfacción de los clientes más exigentes. Es el caso del nuevo Jaguar F-Type R (antes denominado SVR), tanto en carrocería cupé como descapotable, que se convierte en el modelo de producción más rápido y potente de la marca.
Es así gracias a un motor de gasolina V8, de cinco litros de cubicaje y con sobrealimentación capaz de alcanzar los 575 CV. Un rendimiento que, unido a un peso contenido con el uso masivo de materiales ligeros, permite a este F-Type acelerar de 0 a 100 km/h en 3,7 segundos y alcanzar los 300 km/h de velocidad punta. Frenos, amortiguación y aerodinámica acompañan a estas capacidades prestacionales, envueltas por toda la exclusividad y calidad propias de un automóvil con un precio de 145.100 euros (152.500 euros para la carrocería cabrio).
El coche de James Bond
La misma mecánica es utilizada en Range Rover. En concreto, en el Sport SVR que tiene su dosis de protagonismo en ‘Sin tiempo para morir’, la última entrega de la saga cinematográfica de James Bond. Una versión que también supone la cima en la historia del todoterreno, tanto por esos 575 CV como por una velocidad punta de 283 km/h o su capacidad de llegar a 100 km/h desde parado en 4,5 segundos.
Su estructura monocasco de aluminio mantiene bajo control los kilos, además de existir una variante con un espectacular capó en fibra de carbono que reduce incluso más el peso. Lujo y sofisticación es lo que impera en el habitáculo de un automóvil con una tarifa que arranca en los 155.200 euros. Porque otra de las características de las series SV es que el cliente puede definir hasta el más mínimo detalle sus preferencias de personalización, creando coches absolutamente únicos.
También se ofrece una variante SVR del F-Pace. En este caso, el SUV de Jaguar deja la potencia del V8 en 550 CV, suficientes para que hacer el 0-100 km/h en cuatro segundos y llegar hasta los 286 km/h de velocidad máxima.
Como en el resto de los modelos homónimos, los componentes que intervienen de forma significativa en el dinamismo del F-Pace se benefician de mejoras sustanciales, como los amortiguadores rediseñados o una cremallera de dirección recalibrada. El precio base del F-Pace SVR es de 122.270 euros.
Por tanta exclusividad, la gestión de las variantes SV de ambas marcas se realiza en concesionarios especialmente preparados para ello, que en el mercado español son tan solo cuatro: Carlos de Salamanca, en Madrid y Marbella (Málaga); Land Motors, en Barcelona, e Imperauto, en Valencia.
Ellos son encargados de recepcionar unos pedidos que, en estos momentos y como sucede con el resto del sector de la automoción, se están viendo seriamente condicionados en los plazos de entrega a causa de la crisis de los semiconductores, con demoras que pueden oscilar entre seis meses y un año.
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Una vida sobre ruedas. De piloto (malo) de motocross a periodista deportivo en Diario AS, incluyendo una década en los grandes premios de MotoGP. Apasionado de los coches y las motos, en más de 30 años ha tenido el privilegio de probar unos cuantos cientos de unos y de otras. Ahora, subdirector en Prisa Motor.