Ford tiene en el Mustang un caballo ganador, puesto que lleva varios años consecutivos siendo el deportivo más vendido del mundo. Ya en sus versiones normales ofrece considerables dosis de potencia, pero Shelby desarrolla los GT350 y GT500 para quienes buscan unas prestaciones superiores. Ahora, la compañía les da una vuelta de tuerca extra con la edición limitada Signature Edition.
Es el mayor, el GT500, el que recibe modificaciones de mayor calado. Para empezar, su motor, un bloque 5.2 V8 que de serie desarrolla 711 CV, modifica su sistema de refrigeración y estrena un nuevo sobrealimentador, lo que aumenta su potencia hasta los 811 CV.
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Además, la suspensión tiene una puesta a punto específica gracias a las nuevas barras estabilizadoras y a los amortiguadores más duros.
A esto se suma la presencia de un capó de fibra de carbono –13,6 kilos más ligero que el de fábrica– las llantas de aluminio de 20 pulgadas, los asientos con la firma de Carroll Shelby bordada y la posibilidad de añadir extras como unos neumáticos Michelin Sport Cup 2 o un kit de ensanche de la carrocería.
El GT350, por el contrario, no modifica su motor, un 5.2 V8 que mantiene sus 533 CV, pero sí recibe una puesta a punto similar para la suspensión: estrena barras estabilizadoras y amortiguadores y refuerza las torretas. El Shelby Mustang GT350 calza llantas forjadas específicas de 19 pulgadas, tiene asientos tapizados en cuero y también ofrece extras como una caja de cambios con las relaciones más cortas o el capó de fibra de carbono.
Los Shelby Mustang GT500 Signature Edition y GT350 Signature Edition serán modelos exclusivos, puesto que su producción anual se limitará a 100 ejemplares en cada caso, y su coste será de 103.900 y 69.135 euros, respectivamente (al cambio actual, 87.500 y 58.200 euros).
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