Es habitual escuchar aquello de “el dinero no da la felicidad”. Es posible, pero si lo tienes en abundancia y eres aficionado a los coches, bien te ayudará a acercarte, tocarla y, en este caso, conducirla. Repasamos las mejores colecciones privadas de coches del mundo, dejando los museos al margen, donde hay cabida para todo tipo de modelos y gustos.
Ken Lingenfelter
Hijo de un alto ejecutivo de General Motors, adquirió su primer Corvette en 1977 y desde entonces no ha parado de comprar versiones de este insigne deportivo. De hecho, en su colección de unos 150 automóviles predominan representantes de este modelo, con aquí rarezas como un Corvette Supercharged de 1953 o un Duntov Test Mule, considerado el primer Corvette de alto rendimiento. Pero también cuenta con unidades de otras marcas como Ferrari F40, Bugatti Veyron, Porsche Carrera GT, BMW Z8 o rarezas como el Saleen S7 TT.
Jay Leno
Se asomó a los hogares estadounidenses todas las noches entre 1993 y 2009 con su programa ‘The tonight show’, un late night en el que mezclaba entrevistas con humor, actuaciones musicales y reportajes variados.
Parte de la fortuna que hizo la fue invirtiendo en una colección de coches que hoy supera las 200 unidades, entre los que se pueden encontrar modelos de todas las épocas, aunque algunos destacan por su antigüedad como un Baker Electric de 1909 (eléctrico), un Rolls Royce Phantom II de 1934, un Duesenberg Model X de 1927 o un Hispano-Suiza plus 22 de 1925 y de origen español.
Cuando dejó el programa creó un canal en Youtube (Jay Leno’s Garage) en el que empezó haciendo pruebas de sus propios vehículos; tras el éxito obtenido, con el tiempo continuó conduciendo y comentando todos los coches que se le ponen al alcance.
Rick Treworgy
Comenzó en la década de los setenta con un Chevrolet Nova y, desde entonces, no ha parado de adquirir coches y sumarlos a su colección. Su predilección son los muscle car americanos, aquellos vehículos de las décadas de los sesenta y setenta accesibles para el gran público, pero con un rendimiento de deportivo. De hecho, posee casi todos los modelos que pertenecieron a ese segmento, todo tipo de rarezas incluidas. Se puede visitar en la Muscle Car City (Punta Gorda, Florida), aunque aquí también se pueden ver varios modelos clásicos desde los años veinte hasta los setenta.
Dmitry Lomakov
Una de las colecciones que más puede apetecer ver, pero que más lástima suscite entre los visitantes, es la de Dmitry Lomakov. Perteneciente a una acaudalada familia rusa, pronto descubrió que su pasión eran los coches. Así, comenzó a reunir un ingente número de automóviles clásicos, poniendo especial énfasis en aquellos que tuvieran algún significado histórico o que hubieran pertenecido a alguna personalidad relevante.
Entre su colección destacan vehículos de Stalin y de Hitler, así como vehículos que ayudaron a motorizar países comunistas o que movilizaron a las clases políticas como un Chayka GAZ-13, un modelo ruso de 1977. Lo lamentable de esta colección es que los vehículos no siempre se mantienen en el mejor estado de conservación posible, pues el suelo de la nave donde los guarda es de tierra, por lo que están llenos de polvo y suciedad, mientras que otros coches están aparcados al aire libre acumulando óxido y echándose a perder.
Bruce Meyer
Este californiano no se considera a sí mismo como un coleccionista, sino un entusiasta de los coches. Presume de que solo posee automóviles que a él le gustan, y los suele utilizar en su día a día. Incluso participa en exhibiciones con algunos de sus modelos de competición. También es un apasionado de los hot rods: se calcula que el 25% de su colección es de este tipo de vehículos antiguos, a los que se les ha modificado tanto su mecánica como su carrocería para convertirlos en deportivos.
Elisa Stephens
Única representante femenina de esta lista. Se trata de la presidenta de la Academy of Art University de San Francisco (Estados Unidos), aunque su fortuna es de origen familiar. Su fijación se basa en los coches de lujo clásicos, aquellos fabricados entre las décadas de los años veinte y los sesenta del siglo pasado. Su primer vehículo fue un Packard Model 343 Convertible Sedan de 1927, que lo adquirió en honor a su padre, y desde entonces no ha parado de acumular joyas históricas hasta conseguir una colección que cuenta con alrededor de 200 unidades.
En 2012 creó un espacio en la entidad que preside, que nombró como Automobile Museum. Y entre las rarezas que aquí se pueden ver se encuentran un Talbot LagoT-150C Speciale Coupe o un Talbot Lago T150-C, ambos de 1938; un Tucker 48, un Pierce-Arrow Silver Arrow de 1933, un Hispano Suiza H6C de 1928 de origen español, un Bugatti Type 46 de 1930 o un Duesenberg Model J de 1930.
Sheikh Hamad Bin Hamdan Al Nahyan
Se le conoce como el jeque arcoíris y es una de las mayores fortunas de Abu Dhabi. No es momento de valorar sus gustos, pero de su colección podemos decir que es una de las más exclusivas (de algunos de sus modelos solo se ha fabricado la unidad que él posee) y de las más excéntricas. Una de sus aficiones está en la recreación de vehículos de grandes dimensiones, bien porque haga réplicas de calle a un tamaño cuatro veces superior, aunque después no las pueda mover, o porque gusta a unir varios modelos para crear uno solo.
Así, dispone de la limusina más larga del mundo con cinco ejes (la mitad es un remolque articulado), todoterrenos a los que pone la carrocería de un deportivo y coches anchos que resultan de la unión de los laterales de dos iguales. Mención aparte merece su fijación por el arcoíris. Son varios los vehículos que tienen este elemento en su decoración y, de hecho, tiene siete Mercedes-Benz Clase S 500 (W 116) cada uno de un color del arcoíris, tanto en su carrocería como en su interior.
John W. Houghtaling II
Se trata de un abogado y empresario estadounidense que ha estado siempre unido al mundo del petróleo y sus derivados. Su colección puede que no sea de las más numerosas, pero sí puede ser una de las más atractivas. Tiene predilección por los deportivos italianos, y aún más por los fabricados por Lamborghini. Entre sus 70 modelos se encuentra todo lo que la firma transalpina fabricó entre los años 1967 y 1986.
Ralph Lauren
Uno de los grandes nombres de la moda a nivel mundial también siente fascinación por el automóvil. De hecho, algunas de sus piezas únicas se utilizan como recurso en las sesiones fotográficas de sus colecciones de ropa. Posee más de 60 coches, entre los que destacan varias unidades de Alfa Romeo, Ferrari, Bugatti, Mercedes-Benz, Jaguar y McLaren, y en donde predomina el color rojo. Los vehículos los tiene en Nueva York y están dispuestos de forma ordenada situados sobre peanas blancas, con fondo oscuro y con una cuidada iluminación para destacar la belleza de cada uno de los modelos, aunque también participan en exposiciones.
Hassanal Bolkiah, sultán de Brunéi
Máximo mandatario de un pequeño país del Pacífico donde abunda el petróleo. De su colección se han dicho muchas cosas y apenas hay fotos de los hangares donde guarda sus vehículos, que hay quien cifra en hasta 7.000 modelos. Su parque estaría formado por 209 BMW, 574 Mercedes-Benz, 452 Ferrari, 179 Jaguar, 382 Bentley, y una buena ristra de Lamborghinis, Aston Martin, Bentley y Rolls-Royce, marca por la que siente auténtica devoción.
Aquí también se pueden encontrar modelos únicos como los prototipos Ferrari Mythos, Jaguar Pininfarina, Bentley Java todoterreno o Porsche Carma. Aunque la joya de la corona podría ser el Rolls-Royce Silver Spur, que ha personalizado con todo tipo de engalanamientos y al que ha instalado unos tronos y un techado en la parte trasera y que utiliza a modo de carroza para pasearse por las calles de su país.
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