Cada persona celebra su cumpleaños de una manera y la de Naoko Nishimoto ha sido de lo más especial. Tanto es así que, en Japón, su país natal, se ha hecho viral. Al llegar a los 80, jubiló su carnet de conducir y puso a la venta su Mazda RX-7.
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Con el ‘Initial D’ empezó todo
Naoko Nishimoto, es una ama de casa japonesa que, en los últimos 25 años, ha conducido un Mazda RX-7 en su día a día. Se sacó el carnet a los 21 y antes de que el icónico deportivo llegase a sus manos, tuvo dos modelos de Toyota: un Publica y un Crown.
Cuando tenía 55 años, el Toyota Crown Coupé de Naoko tenía 10 años y empezó a dar problemas. Entonces se planteó cambiar de vehículo y cuando estaba viendo el anime ‘Initial D’ junto a su hijo, se enamoró del Mazda RX-7. Tanto que fue a un concesionario para comprar uno: en aquella época, su precio era de unos 3,2 millones de yenes (19.440 euros, según el cambio actual).
Un Mazda RX-7 Type RB S Package
El de Naoko era un Mazda RX-7 Type RB S Package, es decir, un modelo básico con algunos extras: alerón trasero, neumáticos ZR, faros antiniebla… y el motor Wankel 13B-REW turboalimentado, que entregaba 261 caballos y estaba acoplado a una caja de cambios manual de cinco velocidades.
Mazda tuvo el RX-7 en sus líneas de producción entre 1978 y 2002 y una de sus características más llamativas era, precisamente, su mecánica: ese motor Wankel 13B-REW era rotativo, algo inusual porque las marcas apostaban por los de pistones tradicionales.
Entregaba la potencia de manera suave y a un alto régimen de revoluciones: una combinación que conquistó a los amantes de la conducción más prestacional. Por este y otros motivos, el Mazda RX-7 está considerado como un modelo de culto y es muy apreciado por los aficionados al mundo del motor.
Naoko creyó que el Mazda RX-7 duraría en su garaje unos diez años porque, en su opinión, cumplida esa edad los coches empiezan a empeorar. No fue este el caso: durante más de 25 años, ha recorrido con él unos 77.500 kilómetros.
El Mazda RX-7 vuelve a casa
Todo esto lo contó en una entrevista concedida a NBC Nagasaki Broadcasting, un vídeo que no tardó en hacerse viral con miles de visitas… y unas 400 ofertas por el Mazda RX-7. Una de ellas llamó su atención porque era de la propia marca.
Uno de los ingenieros de Mazda vio la entrevista y le dijo al equipo de relaciones públicas de la firma que se comunicara con ella. Naoko explica que el correo electrónico estaba “lleno de pasión y sinceridad. La persona que lo escribía también tenía mucho cariño por el RX-7”.
Finalmente, Naoko entregó su Mazda RX-7 en una ceremonia que tuvo lugar en el mismo concesionario donde lo compró. El fabricante de Hiroshima le entregó la matrícula del coche y los bocetos del diseño. Los responsables de la marca destacaron que este es un ejemplo de cómo los coches son mucho más que una forma de moverse.
El Mazda RX-7 de Naoko permanecerá en el centro de investigación y desarrollo que el fabricante tiene en Yokohama y será empleado para eventos especiales.
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