Sale a subasta ‘La Bestia’, con un motor de avión que gasta 118 l/100 km

Fue creado en 1966 por Paul Jameson, quien instaló un motor Merlin de Rolls-Royce y 27 litros de cubicaje en un chasis que había creado. John Dodd, especialista en transmisiones automáticas, construyó una caja de cambios para este coche de 5,7 metros apodado La Bestia.

Más tarde, Jameson vendería el chasis a Dodd, que dio un paso más y lo carrozó. Envió el coche a Fibre Glass Repairs, que construía carrocerías para dragsters, y les pidió que lo recubrieran con una extraña carrocería estilo Ford Capri de proporciones escandalosas y caricaturescas.

El coche se incendió cuando regresaba de Suecia. Sin embargo, Dodd vio en ello una oportunidad para mejorarlo en lugar de jubilarlo. Se le buscó un nuevo motor, el mismo Merlin V12 de 27 litros que lleva hoy en día, y se remodeló el coche para convertirlo en lo que es ahora, con una parrilla Rolls-Royce, para hacer honor a su motor.

La marca británica ganó varias demandas por esto, ya que no estaban muy de acuerdo en utilizar su parrilla en un coche de tal estilo. Pero Dodd no se rindió. Escondió el coche y huyo a España, el coche se reunió con él unos años mas tarde y la parrilla fue, a regañadientes, cambiada por la que se ve en las imágenes.

Y desde entonces, el coche ha tenido un uso constante. Dodd lo amaba incondicionalmente y, con mucho gusto, acumulaba kilómetros e incluso lo llevaba al Reino Unido para pasar la ITV (algo que le encantaba) hasta que, tristemente, falleció en 2022 a la edad de 90 años.

A pesar de su tamaño, biplaza

Delante, hay dos asientos individuales, una consola central ancha, los indicadores necesarios y la palanca de cambios de la transmisión automática. Hay una serie de interruptores rojos que inician la secuencia de arranque del motor Merlin.

El volante con aro de madera está hecho a medida y cuenta con un pulsador central con la firma JD. En el espacio para los pies, hay un manómetro de presión de combustible. Y detrás de los asientos cuenta con un espacio realmente impresionante.

La Bestia se asienta sobre un juego de llantas Centreline, por debajo del coche asoman un par de tubos de escape de salida lateral, mientras que si se mira por debajo de la parte trasera se ve la suspensión personalizada con un eje Currie de alta resistencia.

Delante hay ocho luces que parecen estar en buen estado, incluidas las cuatro traseras Capri Mk1.5, al igual que todos los cristales.

Una mecánica monstruosa

La suspensión delantera utiliza elementos de Austin, mientras que la trasera procede de un Jaguar XJ12 y monta un eje Currie de alta resistencia.

La Bestia recibe su nombre no sólo por sus exageradas proporciones, sino también por el enorme motor Merlin V12 que lo propulsa. Es atmosférico, no sobrealimentado, y se especula que produce aproximadamente 750 CV.

En 1973, el RAC verificó una velocidad máxima de 294,5 km/h. Tiene el récord como el automóvil de calle más potente del mundo del Libro Guinness de los Récords en 1977. Su consumo también es de récord: nada menos que 118 l/100 km.

Ahora, esta joya única será subastada a partir del próximo 9 de marzo y se admitirán pujas durante siete días en la web www.carandclassic.com.