Cómo funciona el sistema de Opel contra el polen y el aire viciado

La nueva generación del Opel Astra equipa el sistema Intelli-Air, que renueva el aire del habitáculo y filtra partículas de hasta 2,5 micrómetros.

Opel Intelli-Air

El sistema regenera el aire automáticamente si empieza a viciarse.

La primavera es una época esperada por muchos, pues los días comienzan a alargarse y llega el buen tiempo, pero temida por todos aquellos que tienen alergias. Sus molestias son constantes e incluso pueden resultar peligrosas al volante. Opel ha equipado sus nuevos Astra con el sistema Intelli-Air para ayudar a este respecto.

Combina filtros de aire y de partículas con un sistema de control de la calidad, que analiza de manera constante el estado del aire del habitáculo. Si detecta que pronto va a estar viciado, comienza su renovación de manera automática.

El proceso lo lleva a cabo mediante la función de recirculación. Por tanto, si la calidad del aire exterior es deficiente, el sensor cierra la entrada de aire para que no entren los elementos contaminantes al habitáculo. Y, al contrario, si es el aire interior el que está viciado, se abre la ventilación del exterior para que entre aire fresco.

Además, es fácil saber en cada momento cuál es el nivel de calidad, porque el sistema lo refleja en la pantalla central. A través de un emoji, muestra el porcentaje de calidad, un color determinado e incluso con una cara sonriente o no.

El peligro de un estornudo

Mariella Vogler, ingeniera jefe del Opel Astra, explica que la calidad percibida se ha considerado “una prioridad” en la nueva generación del modelo. “Nos hemos centrado en cada detalle. Aumentamos la seguridad de todos los usuarios de las carreteras con tecnologías de última generación y hacemos lo mismo con el confort y salud de los pasajeros del Astra. En este punto, el Intelli-Air desempeña un importante papel”, sostiene.

Un sistema que, además, mejora la seguridad vial. Un gesto tan cotidiano como un estornudo puede causar un accidente. En esa situación, el conductor aparta involuntariamente la vista de la carretera y no puede reaccionar ante algún imprevisto. A velocidad de tráfico urbano, el coche recorre unos 20 metros, distancia que aumenta hasta los 50 metros si se circula a 100 km/h.

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Mario Herráez

Apasionado del motor desde pequeño, primero de las motos y después de los coches, con especial predilección por los modelos nipones. Lleva una década dedicándose al sector, formado primero en Autobild y desde entonces en el Grupo Prisa, probando todo lo que haga ruido... o no.

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