Conducir sin las manos en el volante y sin los pies en los pedales está calificado, por muchos, como una auténtica revolución vial. Una imagen que hace años era digna de una película de ciencia ficción y que hoy ya es real en Europa. La pregunta que surge es evidente: ¿dónde?
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La Convención de Viena, donde están estandarizas las leyes de seguridad vial internacionales o el sistema de señalización, introdujo, en su momento, una reforma para dar la bienvenida a los coches autónomos. Eso sí, cada país debe adaptar su propio Código de la Circulación a esta tecnología.
Hasta ahora, existen ciudades que permiten hacer pruebas por sus calles con estos vehículos: Múnich, en Alemania, es una de ellas. Suiza, sin embargo, ha decidido ir un paso más allá. El pasado mes de diciembre anunció que en marzo los coches autónomos podrían circular por sus autopistas.

La normativa y sus excepciones
Esto es lo que dice la norma, concretamente: “Una vez activado el sistema, el conductor podrá apartar las manos del volante y no tendrá que estar pendiente constantemente del tráfico y del vehículo. Deberá permanecer preparado para recuperar el control del coche en cualquier momento, si el sistema así lo requiere”.
Y añade unas excepciones: “Mientras el sistema esté activado, al usuario se le permitirá realizar actividades secundarias. No se le permitirá dormir, distraerse completamente o abandonar el asiento del conductor”.

Sin manos y sin pies
Suiza permite, desde el 1 de marzo, la circulación de coches autónomos de nivel tres en las autopistas. No obstante, en algunas carreteras, la decisión de permitir (o no) esta forma de conducir quedará en manos de las autoridades de cada cantón.
El nivel tres de conducción autónoma permite al conductor retirar las manos de volante y los pies de los pedales para hacer otras tareas mientras el coche circula. En determinadas situaciones, eso sí, será necesaria su intervención y será su responsabilidad no distraerse nunca.
La conducción autónoma no se limitará a las autopistas. Suiza permitirá a los conductores aparcar su coche de forma automática sin que ellos estén en el interior. También podrán hacer uso de esta tecnología en rutas homologadas. Estos escenarios se contemplan para un futuro en el que estos avances sean habituales.
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