La llegada de los coches completamente autónomos todavía tardará, pero en el camino ya son muchas las marcas que están escalando por los distintos niveles de autonomía hasta llegar a ellos. Esto genera no pocas dudas en los conductores, que no se fían de los automóviles y, además, no tienen cómo identificar cuándo un coche circula en ese modo. Al menos, no podían hacerlo hasta ahora.
Mercedes, que ya tiene permisos en varios lugares del mundo para desplegar sus coches con nivel 3 de conducción autónoma, ha desarrollado un sistema de luces turquesa para identificar sus vehículos cuando circulen así en California y Nevada.
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Localizadas en los grupos ópticos delanteros y traseros, cuando el conductor opta por ceder el control al automóvil, estas luces se encenderán de manera automática, permitiendo que, de un vistazo, el resto de usuarios de la vía puedan saber que el control está en poder del coche.
De hecho, esto sería importante a la hora de analizar, por ejemplo, un accidente, puesto que se sabría que el automovilista no fue quien lo provocó. También sería útil para la Policía, que al ver estas luces no pararía el vehículo por ver al conductor distraído, mirando el móvil o realizando otra actividad, puesto que el sistema no requiere de su atención.
Markus Schafer, director tecnológico de Mercedes, ha declarado: “Con el desarrollo de las luces de posición de conducción automatizada, Mercedes-Benz vuelve a establecer nuevos estándares en la industria. Cuantos más vehículos de conducción automatizada pueblan la carretera, más importantes se vuelven la comunicación y la interacción entre el vehículo y su entorno”.
De hecho, el fabricante alemán está pujando por que las luces turquesa de sus vehículos se conviertan en el estándar para los coches autónomos y que, así, sean más fáciles de identificar sin importar la marca o el modelo, en cualquier parte del mundo.
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