La llave del coche no ha tenido siempre la forma actual: es más, no ha estado presente desde el momento en el que se inventó el automóvil. Hoy en día, la tecnología parece que va a conseguir que olvidarse de ella no sea un problema gracias al sistema ‘keyless’. El mismo avance que juega a favor de los delincuentes.
Todavía quedan muchos coches que se abren, se cierran y se arrancan con una llave tradicional. Otros tantos tienen un mando para esta labor y, entre los más avanzados, se encuentran aquellos que facilitan la vida al conductor porque ya no le piden que saque la llave: para nada.
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Traducido del inglés al español, ‘keyless’ significa sin llave. Gracias a esta tecnología, es posible abrir el coche sin tener que tocar la llave: lo mismo ocurre a la hora de cerrarlo o de arrancarlo. Permite, al mismo tiempo, hacer otros movimientos como abrir el maletero. En algunos coches forma parte del equipamiento de serie, pero en otros es un extra.
Las partes del sistema ‘keyless’
El sistema keyless de un coche está compuesto por varias partes: la principal son los transmisores y receptores de corto alcance, que se encuentran tanto en la llave como en el coche. A ellos se unen las manetas de las puertas, que pueden ser de dos tipos: con botón o táctiles. En el primer caso, hay que presionarlo para accionar la cerradura y en el segundo, basta con tocarla.
Otro de los componentes es el bloqueo de la dirección. Con el sistema keyless se desactiva al presionar el botón de arranque y se activa cuando se apaga el motor. Y, por último, está la unidad de control, conocida como centralita: se encarga de coordinar el funcionamiento de todos estos elementos cuando detecta la presencia de la llave, y entonces da las órdenes de apertura, cierre, arranque o parada.
¿Cómo funciona el sistema ‘keyless’?
Como se apuntaba anteriormente, el coche está equipado con unos receptores situados en las manetas de las puertas y en el habitáculo. Cuando detectan el transmisor de corto alcance de la llave, la centralita ordena que el vehículo se abra en el momento en el que el conductor tire o toque la puerta.
Una vez en el habitáculo, sucede lo mismo: el receptor instalado en este espacio detecta la llave y la unidad de control da luz verde al arranque del coche después de que se haya pulsado el correspondiente botón de encendido.
El sistema ‘keyless’, una vía libre para los ladrones
El sistema keyless es una fórmula tan tecnológica como peligrosa, puesto que este avance se ha convertido en una vía de entrada para los delincuentes. Los ladrones copian la señal que emite la llave del coche para hacerse con él. ¿Cómo? Se sitúan cerca, con una antena para amplificarla y, a continuación, la envían a un receptor. Así, abren sus puertas en segundos y tienen el camino libre.
Hay sistemas que bloquean todo tipo de señales inalámbricas como, por ejemplo, las fundas Faraday que impiden a los delincuentes llevar a cabo el delito. Son, básicamente, pequeñas bolsas que protegen los campos electromagnéticos.
Otros trucos aseguran que envolviendo la llave en papel de aluminio se obtiene el mismo resultado. Y hay quien, incluso, la guarda en el frigorífico o en el congelador. Y hay opciones que pasan por desactivar el sistema de apertura y cierre sin llave o por instalar un bloqueo de dirección adicional.
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Desde que aprendió a hablar y escribir, una de sus pasiones siempre fue contar todo lo que pasaba a su alrededor. Hizo las maletas y cambió Zaragoza por Madrid para estudiar Periodismo en la Universidad Complutense. Antes de graduarse, el mundo del motor se cruzó en su camino… y nunca lo ha abandonado.