El diferencial de un coche es un dispositivo compuesto por diferentes engranajes y que se sitúa en el centro del eje que une la dos ruedas. Pero la mejor forma de explicar cómo funciona y cuál es su papel es imaginarlo en un caso práctico.
En línea recta, las cuatro ruedas giran a la misma velocidad. Pero si estuvieran unidas por un eje fijo, sin el diferencial, en una curva una de ellas perdería tracción, ya que la que va por dentro en un giro recorre menos distancia.
Por eso, la rueda interior debería girar más despacio o la exterior más deprisa. Y de esto se encarga precisamente el diferencial, de establecer una velocidad de giro diferente entre las ruedas del mismo eje para que ninguna patine.
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El diferencial se ubica en el eje de las ruedas motrices, ya que a él suele llegar el eje de fuerza procedente del motor. Por eso, si el coche tiene tracción delantera, estará ubicado en el eje de estas ruedas; si es de propulsión, estará colocado en el eje trasero. Y si es un 4×4, lo llevará en el centro o uno en cada eje.
¿Cómo funciona el diferencial en un coche?
El diferencial permite a las ruedas motrices que giren a distintas velocidades, como ya se ha explicado. Es decir, la que está en el interior de la curva, recibirá menos par que la exterior.
Pero hay otra situación que se puede dar en línea recta: que una rueda pise una zona más deslizante que la otra. Un diferencial normal enviaría más potencia a la rueda que ofrece menos resistencia al avance y, por lo tanto, la rueda que patina recibiría toda la fuerza y la que no tiene agarre se quedaría sin potencia.
Para que esto no suceda, se necesita un dispositivo que bloquee esta actuación del diferencial: es el autoblocante. Y entra en acción cuando la diferencia de velocidad de giro entre las ruedas motrices pasa de cierto valor.
¿Qué pasa si se rompe el diferencial de un coche?
Hay diversas causas por las que un diferencial puede tener una avería. Para empezar, las fuertes aceleraciones son el principal enemigo de este dispositivo, ya que recibe energía de forma muy brusca y algún piñón se puede desgastar. Esto puede derivar en la pérdida de geometría del eje y provocar un daño grave.
Otra causa es la falta de aceite en el engranaje, o que el aceite que tiene ya esté muy desgastado y no se haya cambiado. Por eso también es muy importante realizar los cambios de aceite del diferencial con la frecuencia indicada por el fabricante.
La avería puede suponer un coste medio de 1.300 a 1.500 euros (o más si el vehículo es un 4×4), por lo que merece la pena hacer un mantenimiento correcto.
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