Se llama Brabus 900 Crawler y es un buggy extremo que ni siquiera está homologado para circular por carretera, pero que encontrará acomodo en países desérticos. Con un diseño que recuerda al del Mercedes Clase G en detalles como el reconocible frontal, se trata de un modelo que no dispone ni de parabrisas ni puertas. Y que emplea, además, un chasis tubular expuesto salvo en ciertas secciones, que están fabricadas en fibra de carbono.
Luce un discreto alerón trasero, incorpora luces auxiliares LED en el techo y cuenta con refuerzos en las protecciones de los bajos, algo lógico pues su propósito es el disfrute fuera del asfalto.
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Y podrá hacerlo gracias a una considerable distancia libre al suelo de 53 centímetros. Esta cifra la logra por las llantas de 20 pulgadas, los neumáticos todoterreno de gran tamaño o la suspensión con amortiguadores específicos.
De AMG ha tomado el motor. Es un bloque 4.5 V8 biturbo que ha sido puesto a punto por la propia Brabus. Así, desarrolla 900 CV de potencia y un par máximo limitado a 1.050 Nm (aunque puede dar 200 Nm añadidos). Se combina con una caja de cambios automática de nueve velocidades y con un sistema de tracción integral con diferenciales autoblocantes.
Gracias a ello es capaz de acelerar de 0 a 100 km/h en 3,4 segundos y de alcanzar una velocidad máxima limitada a 160 km/h. Son cifras reseñables teniendo en cuenta que se trata de un buggy completamente enfocado a la conducción fuera del asfalto. Será un modelo muy exclusivo, puesto que su producción va a limitarse a 15 unidades, cada una con un precio de 891.310 euros.