El pasado sábado, la ciudad de Agrigento, en Sicilia, se preparaba para la visita del presidente de Italia, Sergio Matarella. Con los nervios a flor de piel, el ayuntamiento de la ciudad ultimaba los últimos detalles para que la jornada transcurriera perfecta.
Pocos días antes de la llegada de Matarella a Agrigento, con motivo de la inauguración de la ciudad como Capital italiana de la Cultura, el equipo municipal se dio cuenta de que la carretera que recorrería la comitiva del presidente necesitaba ser asfaltada. Así, se pusieron manos a la obra con el tiempo en contra.
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Las prisas son malas consejeras y este caso ha sido un gran ejemplo de ello. Los operarios de la empresa contratada por el ayuntamiento de Agrigento se pusieron manos a la obra para asfaltar la carretera, una intervención caracterizada como urgente por el alcalde, Franco Micciché, y dotada de un presupuesto 510.000 euros.
Los operarios se pusieron a trabajar con toda la rapidez posible, una buena intención que desde luego les jugó en contra. Y es que, para cumplir con el plazo urgente planteado, acabaron enterrando bajo el asfalto hasta las alcantarillas de esta carretera de Agrigento.
Los problemas que podrían haber acontecido como consecuencia de esta actuación podrían haber sido graves. Por fortuna, pocos días después, pasada la visita de Matarella a Agrigento, los trabajadores volvieron a activarse para liberar las alcantarillas enterradas bajo el nuevo asfalto de esta carretera.
Armados con detectores de metales
En los vídeos, se puede ver cómo los operarios, armados con detectores de metales manuales, recorren metro por metro la carretera intentando detectar las alcantarillas enterradas. Una vez ubicada cada tapa, los trabajadores han picado el nuevo asfalto para rescatar estos sistemas de desagüe y liberarlos de su encierro.
Desde la administración de Agrigento, han explicado a los medios italianos que el ‘enterramiento’ de las alcantarillas de la carretera estaba previsto, ya que su rescate era un gasto que podía presupuestarse en el coste total de la intervención. La celeridad necesaria para asfaltar la carretera requería una medida drástica, tanto como ‘borrar’ las alcantarillas, aunque fuera por un par de días.
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