En los últimos días, una imagen se ha hecho viral en las redes sociales: sobre todo en X (antes conocida como Twitter). En ella aparecen algunos vehículos con el capó hinchado, que han sido bautizados como ‘coches embarazados’. Circulan diversas teorías sobre los motivos, pero ¿cuál es la real?
Lo cierto es que no se debe a un defecto de fabricación o a un fallo mecánico. Tampoco tiene que ver con el origen de estos coches: algunos usuarios apuntaban a que la razón era su origen asiático, ya que las imágenes proceden de allí. Nada más lejos de la realidad porque, además, los modelos mostrados son de marcas alemanas.
La causa son las elevadas temperaturas que se están registrando en China. El país se enfrenta a una ola de calor extrema, que también ha tenido sus consecuencias en el mundo del motor, dando pie al extraño fenómeno de los ‘coches embarazados’.
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Las altas temperaturas han provocado que el vinilo de algunos coches se hinche, dando pie a esta llamativa imagen. Las láminas que se usan (por motivos estéticos o de protección) están diseñadas para soportar diversas condiciones climáticas, pero el calor extremo las ha llevado al límite.
La exposición prolongada a estas temperaturas y a la luz solar directa puede debilitar el vinilo: esto provoca la formación de burbujas. Algo que sucede cuando los gases que emite el producto adhesivo y el aire atrapado se expanden.
Aunque los vinilos suelen contar con una capa protectora frente a los rayos ultravioleta para evitar este tipo de problemas, las temperaturas récord de China han sido demasiado intensas para algunos de ellos.
El efecto del sol en el vinilo
Cuando el propietario de un coche opta por vinilarlo, debe tener en cuenta los cuidados que lleva asociados. Es importante limpiarlo con regularidad usando un jabón y un paño suave que no sea abrasivo para poder pasarlo la superficie sin temor alguno a dañar el adhesivo.
Por otro lado, es conveniente minimizar la exposición a la luz solar directa: sobre todo durante las horas en las que el sol es más incisivo. Lo ideal es aparcar un coche vinilado en un garaje o una zona donde la sombra sea una garantía. Este gesto puede marcar las diferencias en el mantenimiento del color y de la integridad estructural.
Y, por último, es recomendable inspeccionar el vinilo con frecuencia para detectar signos de desgaste como, por ejemplo, descascarillados, formación de burbujas o decoloración.
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