Mercedes EQB: el SUV eléctrico de uso familiar

La ofensiva de electrificación de Mercedes-Benz continúa imparable. La familia EQ ya tiene un nuevo miembro y tras el lanzamiento de los EQA y EQS, junto con la presentación del EQE, el Clase G Eléctrico y el EQS en formato SUV, llega ahora al mercado español el EQB. De trata de un todocamino de dimensiones compactas (4,66 metros de longitud) pero de buena habitabilidad, incluyendo la opción de montar una tercera fila de asientos para llevar hasta siete sus plazas.

Aunque utiliza la plataforma del EQA, la filosofía de esta nueva propuesta sin emisiones de Mercedes se basa en la del GLB, una configuración única en su segmento. No existe otro modelo eléctrico de marca premium de sus dimensiones con la posibilidad de contar con siete asientos, aunque las dos posteriores sean aconsejables para un uso esporádico por su espacio limitado, estando homologadas para una estatura máxima de 1,65 metros.

La vocación familiar y polivalente del EQB va más allá de esta característica. Su maletero también es muy generoso, yendo de un mínimo de 465 litros a un máximo de 1.620 litros (con el accesorio de la doble banqueta posterior). Los respaldos de la segunda fila de asientos son desplazables hasta 14 centímetros, otro dato más que apuntala la modularidad de su habitáculo.

Calidad al estilo de la marca

El interior de los EQ mantiene los estándares de calidad de la casa de la estrella. Son auténticos Mercedes en la elección de materiales, su equipamiento de confort, asistencias a la conducción y seguridad, el esmero en los detalles y la conectividad de última generación. Nada de reprochar en este sentido para un EQB que se puede comprar con el paquete AMG, que refuerza incluso estas cualidades y le confiere un cierto toque de deportividad.

El diseño de este todocamino está marcado por la elegancia e incluso sobriedad, con un techo que huye de la tendencia cupé de muchos de sus rivales de mercado para potenciar la mencionada habitabilidad. Pese a ello, su coeficiente aerodinámico es un Cx de 0,28, que se antoja como una cifra más que aceptable en un vehículo de su estilo. Las bandas de luz continuas delante y detrás y la iluminación LED sirven para conseguir una firma lumínica que identifica claramente al modelo.

Opciones mecánicas

Como no podía ser de otro modo, la gama EQB contempla varias opciones mecánicas. La versión básica es la 250, con un motor de 190 CV y una batería de 66,5 kWh (común a toda la familia) que le otorga una autonomía de hasta 469 kilómetros en carretera y 592 en ciclo urbano. La gran ventaja de este escalón de acceso al modelo es que, con una promoción de la marca, tiene un precio sin IVA inferior a los 45.000 euros (54.450 euros venta al público), por lo que puede beneficiarse de las subvenciones del Plan Moves III.

La oferta sigue con el EQB 300 4Matic (58.464 euros), de 228 CV y hasta 474 kilómetros de alcance en ciudad, para terminar con el 350 4Matic (60.706 euros), que rinde 292 CV y homologa una autonomía urbana de 498 kilómetros. En ambos casos se dispone de tracción total y todas las versiones tienen limitada su velocidad máxima a 160 km/h. La batería común pesa 469 kilos y está fabricada en cinco módulos independientes, lo que se traduce en una mayor facilidad y menor coste de reparación en caso de necesidad.

Comodidad y eficiencia

El EQB ha iniciado su comercialización en los concesionarios de la marca, con unidades disponibles para su entrega para este primer lanzamiento. Durante su presentación en Madrid, se completó un recorrido por ciudad, carretera y autovía en la que el SUV exhibió un agrado de conducción altamente reseñable.

Se trata de un todocamino confortable, de rodar suave y silencioso, que deja sentir el peso habitual en los eléctricos de este tipo pero que se desenvuelve con relativa agilidad en cualquier escenario. Tiene un tamaño ajustado para el uso urbano, mientras que la sensación de amplitud es relevante en las plazas delanteras y traseras (no así en las auxiliares, como es fácil de adivinar).

El contacto se realizó con una versión 300 4Matic, que demostró unas prestaciones sobradas para el uso habitual del conductor medio, incluyendo una aceleración de 0 a 100 km/h en solo ocho segundos. Aunque quizá lo más interesante es que su consumo homologado WLTP se acerca mucho al de una utilización real: la marca habla de 19,4 kWh cada 100 kilómetros y en el recorrido de pruebas se obtuvo un promedio de 20,4 kWh, sin prestar especial cuidado al uso del acelerador.

El Mercedes EQB es, en definitiva, una opción a considerar por aquellos automovilistas interesados en un coche familiar sin emisiones, práctico en el día a día y con capacidades para realizar desplazamientos por carretera siempre que se planifiquen, como es obligado en los eléctricos, las necesidades de recarga. En su caso, con un cargador rápido de 100 kW se podría llevar desde el 10% al 80% la capacidad de la batería en poco más de media hora.