El Salón de la Moto de Colonia de 1980 vivió el lanzamiento de la que se podría considerar primera maxitrail de la historia. La novedosa R80 G/S combinaba el motor boxer de aire característico de la marca bávara, con un manillar ancho, unas llantas de radios de 21 y 18 pulgadas respectivamente y una suspensión delantera de mayor recorrido.
Por su parte, la suspensión trasera montaba el novedoso Monolever, un sistema que sustituía el doble brazo de amortiguación por un solo brazo oscilante que se unía al basculante y al eje de transmisión por un solo lado. Al final, el innovador concepto de motocicleta que se podía usar en diferentes terrenos se convirtió rápidamente en un éxito.
Esa primera G/S bautizada así por sus siglas en alemán Gelände/Straße (Tierra / Carretera) desató la locura entre el público, así a finales de 1981 se habían despachado en los concesionarios más de 6.000 unidades que doblaban la previsión de ventas de la compañía. Además, estuvo ayudada por el éxito deportivo de la prueba todoterreno más exigente del mundo: el París-Dakar. En el mismo año 1981, Hubert Auriol fue el primer piloto en llegar a Dakar a lomos de su G/S.
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Si a principio de los años 80 una de cada cinco motocicletas de BMW que se vendía era una G/S, en 2022 no ha bajado el ritmo. En unos años en los que la venta de motos se ha estancado, la R 1250 GS es la maxitrail más vendida en España y la cuarta moto de marchas en términos absolutos.
No pasan los años
Que cualquier modelo de la industria de la automoción siga en producción 42 años después demuestra que el producto es muy bueno. La versión de 2022 de la maxitrail bávara continúa con el motor boxer característico de la marca con un cubicaje de 1.250cc. Entrega 136 CV de potencia máxima y un par de 143 Nm. Así mismo, gracias a su sistema de distribución variable, que ayuda a reducir el consumo y las emisiones, arroja cifras homologadas de 4,75 litros a los 100 km y 110 g/km.
Por su parte, el bastidor sigue la disposición ya conocida en el modelo: doble viga de tubos de acero con ligeras mejoras respecto al modelo precedente. Se compone de dos secciones, una principal y una trasera fijada a la primera. Respecto al sistema de suspensiones, en el tren delantero mantiene el Telelever característico que le permite trabajar de forma independiente las reacciones de la dirección y la suspensión.
Mientras tanto, en la zaga, su basculante monobrazo mantiene el Paralever clásico junto al cardán de la transmisión apoyado con un amortiguador WAD, con precarga regulable hidráulicamente.
Cabe destacar el excepcional comportamiento de la moto en este apartado gracias a la electrónica. Estas suspensiones Dynamic ESA, son capaces de ajustar automáticamente la suspensión a las distintas situaciones, independientemente del estado de la carretera y de las maniobras realizadas por el piloto.
De la frenada se encargan un doble disco flotante de 305 mm de diámetro junto con una pinza radial de cuatro pistones en el eje delantero y un monodisco de 276 mm de diámetro con una pinza flotante de dos pistones en la zaga.
Tecnología al servicio del conductor
La electrónica es una de las secciones más importantes de esta BMW R 1250 GS, ya que dispone de una enorme colección de ayudas a la conducción gestionadas a través de la Unidad de Medición Inercial (IMU). Entre sus principales asistentes de serie destacan: el Control Dinámico de Tracción (DCT), el ABS Pro que trabaja incluso con la moto inclinada y el auxilio para arrancadas en pendientes (Hill Start Control).
Además, dispone tres modos de conducción, los ya conocidos Road y Rain, y el debutante ECO, que ayuda al conductor a lograr una conducción más eficiente. De manera opcional se puede incluir el Modo de Conducción Pro, que acoge las modalidades Dynamic, Dynamic Pro, Enduro y Enduro Pro.
Así mismo, este modelo está dotado con el ya mencionado asistente para la ayuda en salidas en desnivel (cuesta arriba y cuesta abajo) y el Control Dinámico de Frenos y de Motor (MSR) que evita el deslizamiento de la rueda trasera tanto en frenadas como en desaceleraciones bruscas.
Equipamiento de máximo nivel
Sin duda, otro de los puntos más destacables de la R 1250 GS es su avanzado equipamiento digno de la industria automovilística. Desde su pantalla TFT de 6,5 pulgadas a todo color y que incorpora el sistema Connected Ride que permite conectar la moto al teléfono y al casco mediante Bluetooth.
Pasando por la iluminación completamente LED, a las que se le pueden añadir de manera opcional unas luces delanteras adaptativas para disfrutar de la mejor visibilidad por la noche en carreteras de curvas, hasta la llave de proximidad.
También se ponen de manifiesto los asientos calefactados para el piloto y el pasajero, las luces adicionales LED montadas en los laterales y, por ejemplo, las alzas de manillar.
Aun así, en el catálogo de BMW aparecen numerosos accesorios para diseñarla a gusto del propietario, como son: el sistema de equipaje Vario, la mochila para el depósito, las protecciones del motor y el faro, el parabrisas tintado o los reposapiés de Enduro ajustables.
Sensaciones de conducción
Nada más ponerse al manillar de la BMW R 1250 GS, se siente como una moto grande, no muy pesada, aun cuando alcanza casi los 250 kilogramos en orden de marcha. Lo cierto es que la distancia al suelo desde el asiento es elevada para las tallas más pequeñas, aunque para resolver ese conflicto la firma bávara dispone dos posiciones de altura en la butaca y, por si eso no fuera suficiente, se puede encargar con el asiento rebajado que recorta 30 milímetros respecto al original.
Una vez en marcha la postura de conducción es muy acertada. Gracias a su ancho manillar y a la posición baja de las estriberas, resulta muy manejable y sorprendentemente ágil. Aunque bien es cierto, que el manillar ancho que permite un control instantáneo sobre ella, penaliza mucho en ciudad si se quiere ir filtrando entre coches, como si de un escúter ciudadano se tratara.
Quizás no sea el vehículo ideal para callejear y desenvolverse entre el caos circulatorio de las grandes ciudades, pero cumple con creces a pesar de la mencionada anchura del conjunto, si además se le incluyen las maletas laterales.
Eso sí, debido a la cantidad de bajos que dispone su propulsor le permite circular en modo ‘monomarcha’ sin tener que ir continuamente jugando con el cambio.
Vías rápidas
Una vez que se abandona la ciudad por las carreteras de circunvalación y se llega a los tramos de autovías y autopistas, la R 1250 GS se encuentra en su salsa. Sinceramente, se puede ir con ella hasta el final del mundo por cualquier terreno, pero es en estas vías rápidas en las que se comporta de manera diferencial.
Es cierto, no es un coche, pero hoy por hoy, está dentro del selecto grupo de motos con las que circular por estas carreteras, (por las que no les gusta meterse a la mayoría de los moteros) es una delicia y no se hace pesado.
Tanto la protección aerodinámica, la postura relajada de conducción, el control de crucero y el enorme depósito de gasolina de 21 litros permiten viajar de forma alegre y segura por las autovías y autopistas.
Carreteras secundarias
Si el comportamiento en las vías rápidas es excelente, en las carreteras secundarias y pasos de montaña no se queda atrás. Incluso cuando la calzada no dispone de buen asfalto y se encuentra algo rota, la BMW responde a las mil maravillas.
Como consecuencia del sistema de ajuste electrónico de las suspensiones Dynamic ESA que permiten variar automáticamente el tarado de la suspensión (en marcha) con tres niveles de dureza: Road, Dynamic y Enduro no hay carretera que la frene por muy mal estado en el que se encuentre.
Además, al disponer de la función de autonivelación para minimizar la transferencia de peso en las frenadas y aceleraciones, independientemente de la carga, la BMW parece que se mueve sobre raíles, ni las curvas más cerradas hacen estragos en ella.
Caminos y pistas todoterreno
Aunque no se trata de una moto de enduro, esta BMW permite sin problema hacer escapadas fuera del asfalto, en el que el límite lo pondrán su peso y los neumáticos. En las pistas forestales, aún con las gomas de serie de carácter más asfáltico, se maneja con bastante soltura. El chasis y las suspensiones son capaces de absorber las irregularidades del terreno manteniendo el confort en la conducción.
Cuando el terreno se empieza a complicar con grandes desniveles y trialeras, es mejor darse la vuelta, ya que hay que tener muchas manos para poder sortear esas irregularidades.
El peso penaliza muchísimo en estas situaciones. Sí, se va a optar por darle un uso endurero, la mejor solución es acudir al catálogo de BMW Motorrad y adquirir a su hermana pequeña, la F 850 GS.
En definitiva, esta BMW R 1250 GS es la moto para todo. Quizá obtenga matrícula de honor en algunos apartados, pero sí que es sobresaliente en todos. A la espera de la llegada de la nueva R 1300 GS, que la sustituirá, con la actual se puede ir al fin del mundo y volver o simplemente acercarse a por el pan. Se la puede aprovechar para todo.
Eso sí, como también es sello de la casa, no se trata de un producto especialmente accesible en precio. La gama 1250 GS arranca en estos momentos en 19.880 euros, cantidad que se puede incrementar de forma significativa con otras versiones o equipamientos opciones. La ventaja en este sentido es el plan de financiación de BMW, muy atractivo para gran número de compradores.
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