Con apenas tres años en el mercado lo lógico es que un modelo reciba una puesta al día de mitad de ciclo de vida. En el caso del Volkswagen ID.3 la marca alemana llama segunda generación a su renovación, aunque los cambios son tan ligeros que cuesta no identificarlo como actualización.
Su diseño sigue siendo perfectamente reconocible, pero incorpora algunas novedades. Empezando por el frontal, el paragolpes cambia, montando ahora un toma de aire central apoyada en dos laterales que mejoran el flujo de aire alrededor de las ruedas delanteras, mientras que los faros son LED y el capó también son nuevos.
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Además, los pilotos traseros varían su forma y son de color rojo al completo, mientras que la paleta de colores suma un nuevo tono, el Dark Olive Green.
La misma sensación de familiaridad se encuentra en el habitáculo, que ofrece un puesto de conducción muy despejado, con un cuadro de instrumentos digital de 5,6 pulgadas y una pantalla central de 12. Entre los extras opcionales está disponible un Head-Up Display con realidad aumentada, que muestra información que parece estar proyectada una decena de metros delante del vehículo.
Se ha puesto especial énfasis en mejorar la calidad del interior, algo que ha resultado en la tapicería de microfibra Artvelours Eco, materiales de tacto blando en algunas zonas del salpicadero y las puertas, y una mejor respuesta háptica de los controles.
También se ha renovado el sistema multimedia, que varía su estructura y ahora es, según Volkswagen, más claro en su uso. Además, es compatible con Android Auto, Apple CarPlay y MirrorLink.
A nivel tecnológico destaca el sistema de comunicación coche-a-todo (V2X), que le permite intercambiar información con infraestructura y coches compatibles en un radio de 800 metros. Además, se beneficia de un completo conjunto de asistentes de conducción, que incluye control de crucero adaptativo, mantenimiento de carril, cambio automatizado de carril y ayuda al aparcamiento.
Por último, en el aspecto mecánico no hay ninguna novedad, y es que mantiene la misma oferta que tenía hasta ahora. Así, solo está disponible un motor de 204 CV (150 kW) asociado al eje trasero.
También se conservan las dos mismas baterías, con una de acceso de 58 kWh de capacidad que le otorga una autonomía de 426 kilómetros y una superior, con 77 kWh, con la que el rango de acción llega hasta los 546 kilómetros.
La primera es compatible con recargas de hasta 120 kW de potencia, con la que en 35 minutos pasa del 5 al 80% de su capacidad, y la segunda soporta hasta 170 kW, permitiendo rellenar la misma energía en 30 minutos.
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