Un coche en 10 preguntas: Mazda CX-5

El Mazda CX-5 es uno de los modelos más populares de la marca japonesa. Se trata de un SUV medio por tamaño, aunque la propia marca lo califica de compacto. Hace solo unos meses presentó su renovación, con una ligera modernización de sus elementos exteriores, el equipamiento y la dinámica de conducción.

Y es que se trata de un coche imponente, con una calidad de acabados y componentes que se acerca mucho al segmento premium. Así es el nuevo Mazda CX-5 en solo 10 preguntas.

¿De qué vehículo se trata?

Es un SUV medio de 4,57 metros de largo, cinco centímetros más, por ejemplo, que un Audi Q3 y con bastante más presencia y empaque. Por ejemplo, el maletero de un Q3 es de 380 litros y el de este CX-5 de 522.

¿Cómo es su carrocería?

Se ha renovado hace muy poco y aunque ha sido una renovación ligera, sobre todo el frontal ahora luce mucho más afilado y agresivo. De lo más destacable es su color rojo Soul Red Crystal que si bien es una opción que vale 890 euros, es uno de los rojos más espectaculares del mercado automovilístico, ya que luce diversos tonos según sea la luz a su alrededor.

¿Y su habitáculo?

Al ser un SUV medio, la habitabilidad es buena. Por ejemplo, detrás, aunque como siempre la anchura se ve algo comprometida si viajan tres pasajeros, para la cabeza y piernas hay muy buen hueco.

Pero casi lo mejor es lo bien que se accede a estas plazas, ya que estas puertas traseras se pueden abrir hasta casi los 90 grados.

¿Qué equipamiento y acabados ofrece?

La versión de esta prueba llevaba el acabado Homura, un escalón por debajo del más alto de gama denominado Signature, y que incluye sobre todo elementos estéticos.

Pero cuenta con todo lo que ya lleva el acabado Zenith, que está por debajo y que tiene, entre otras cosas, elementos como las llantas de 19 pulgadas, faros full led, navegador, control de crucero adaptativo o asientos y volante calefactable.

¿Cuál es su motorización?

El CX-5 puede tener cuatro motores diferentes, dos de gasolina de 165 y 194 CV y dos diésel de 150 o 184 CV.

Esta prueba es del modelo de acceso, de gasolina, 165 CV y cambio manual de seis velocidades. Es un motor de dos litros, denominado Skyactiv-G, de carácter atmosférico, es decir, no tiene turbo ni alguna otra sobrealimentación.

¿Cuáles son sus prestaciones y consumos?

Su falta de turbo condiciona sobre todo las prestaciones, ya que su aceleración de 0 a 100 km/h es de 10,5 segundos y su velocidad máxima, de 201 km/h. Por lo menos compensa esta aceleración algo lenta con un consumo también bajo para el coche del que se trata: homologa 6,7 litros cada 100 kilómetros, y en la prueba, en condiciones más reales se ha quedado muy cerca de esa cifra.

Claro que siendo más agresivo con el acelerador o con una conducción por ciudad la mayor parte del tiempo, se pueden superar los ocho litros fácilmente.

¿Cómo se comporta en marcha?

La palabra que define cómo se comporta, como se conduce es agradable. Pero la entrega de potencia tan calmada, debido a la ausencia del turbo, puede que a veces no guste. Y es que para que ande más ágil hay que llevarlo por encima de las 3.000 revoluciones por minuto. Para eso habrá que mover el cambio manual bastante, reducir de marcha, pero por lo menos es un cambio manual que se acciona de forma fácil.

También su suavidad y silencio de rodadura van orientadas a eso, a agradar al pasaje. No es un SUV para correr, sino para disfrutar los trayectos.

¿Cuánto cuesta?

Esta versión, de 165 CV, con tracción delantera y cambio manual, parte de un precio de 32.086 euros con el acabado Origin. Este de pruebas, Homura, sube hasta los 37.286 euros, pero por todo el equipamiento extra que lleva de serie, merece la pena.

¿A quién está dirigido?

Va dirigido a personas que conducen con tranquilidad, con calma, que se toman su tiempo en los viajes y que lo que quieren es, sobre todo, comodidad a bordo, y que dejan las prestaciones en segundo término. Si se tiene familia, casi mejor, porque problema de espacio a bordo no hay.

¿Cuáles son sus principales rivales de segmento?

Este SUV puede compararse con un Audi Q3, aunque se sitúa casi entre este y un Q5. Del mismo país de orígen, el Honda CR-V o el Toyota C-HR (aunque este último mide casi 20 centímetros menos) también podrían ser sus rivales, pero ambos se sitúan un escaloncito por debajo del Mazda en cuanto a calidad se refiere.