La pesadilla de los taxistas se ha unido con la pesadilla de los conductores tradicionales: ya hay coches de Uber autónomos rodando por las calles de Pittsburg (Estados Unidos).
La compañía es consciente de que la tecnología todavía está en desarrollo y que sus clientes pueden preocuparse por montar en un vehículo autónomo, por lo que en esta primera fase cuentan con un conductor de seguridad. Este, no obstante, solo intercederá cuando sea necesario, como por ejemplo en circunstancias de mal tiempo.
La flota inicial está formada por cuatro Ford Fusion, equipados con tecnología láser, LIDAR, cámaras 3D y GPS (que les permiten incluso circular de noche), y más adelante se ampliará con varios Volvo XC90, fabricante con el que Uber ha firmado un acuerdo recientemente.
Los primeros en probar los coches de Uber autónomos serán los “clientes más leales” y podrán hacerlo al mismo precio de cualquier viaje, sin sobrecoste alguno.
Se trata solo del primer paso hacia la siguiente fase de la compañía: conseguir un flota de automóviles completamente autónoma, algo que estiman todavía a una década de distancia. Aún así, Uber confirma que nunca llegarán a prescindir de sus conductores, siendo los coches autónomos una opción más en su oferta.
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