¿Por qué unas ruedas llevan cuatro tornillos y otras cinco?: no es por capricho

Cuando se examina la ficha técnica de un vehículo, es posible que se observe la especificación del número de tuercas en las ruedas. Aunque este detalle puede parecer trivial a primera vista, tiene implicaciones importantes tanto para la seguridad como para el rendimiento del coche.

Los compradores de automóviles que buscan el vehículo más adecuado pueden encontrar este dato intrigante, y los vendedores a veces lo mencionan como una característica destacada.

La importancia del número de tuercas

Pero en realidad, el número de tuercas en las ruedas no es un factor decisivo para la mayoría de los conductores al elegir un coche. Y es que, además, muchos no sabe cuántos tornillos tiene su vehículo ni el valor específico que estos tienen para el funcionamiento del coche.

Esto es comprensible, dado que un automóvil moderno puede tener más de 100.000 piezas en el caso de los coches de combustible y alrededor de 50.000 en los eléctricos. Cada una de estas piezas, incluida cada tuerca, cumple una función esencial.

Ningún fabricante instala piezas adicionales sin un propósito claro, ya que cada componente incrementa el coste de producción y el peso. Por lo tanto, cada automóvil tiene exactamente las piezas necesarias para su funcionamiento óptimo, y esto incluye las tuercas de las ruedas.

Variabilidad en el número de tuercas

Estas tuercas son cruciales para mantener las ruedas sujetas al vehículo, garantizando así la seguridad y estabilidad del coche.

El número de tuercas en las ruedas puede variar entre los diferentes modelos de vehículos. Generalmente, las ruedas suelen tener cuatro, cinco o seis tuercas.

La cantidad exacta puede influir en varios aspectos del rendimiento del vehículo, incluyendo su estabilidad y capacidad para conducir en diferentes tipos de terreno y a distintas velocidades.

El número de tuercas que se utilizan en las ruedas de un coche no es una decisión arbitraria ni estética. Los ingenieros determinan esta cantidad basándose en cálculos matemáticos y físicos rigurosos.

Factores como la potencia del motor, el tamaño de la carrocería y el peso total del coche se tienen en cuenta para decidir cuántas tuercas son necesarias. Y es que la rueda es un elemento que soporta enormes tensiones y juega un papel crucial en la seguridad del vehículo, especialmente durante las maniobras.

Existe la percepción de que más tuercas pueden hacer que un vehículo sea más seguro, ya que una mayor cantidad de tuercas podría mejorar la distribución del peso de la llanta y ofrecer un mejor sistema de sujeción. Sin embargo, los diseñadores de automóviles han estudiado exhaustivamente las distintas configuraciones para asegurar que cualquier número, ya sean cuatro o cinco, cumpla con los estándares de seguridad necesarios.

Tuercas en coches de competición

En contraste, los coches de competición suelen tener una sola tuerca que ajusta la rueda en un perno central. Este diseño, conocido como ‘monotuerca’, no solo facilita un cambio rápido sino que también ayuda a reducir el peso total del coche, lo cual es crucial en la competición.

Y aunque la monotuerca proporciona ventajas en términos de rendimiento y aerodinámica en el contexto de las carreras, no es práctico para los vehículos de uso diario debido a su mayor coste y la falta de necesidad de cambios de neumáticos tan rápidos en condiciones normales de conducción.

Evolución en el diseño de ruedas

El diseño y la configuración de las ruedas han evolucionado significativamente con el tiempo. Hace 50 años, por ejemplo, el Citroën GS tenía solo tres tuercas en las ruedas, lo cual era suficiente para las características y las necesidades de ese modelo en particular.

En la actualidad, la mayoría de los vehículos utilizan configuraciones de cuatro o cinco tuercas, reflejando avances en la tecnología y las crecientes demandas de seguridad y rendimiento.

Pero a medida que la tecnología avanza, es probable que se vean más cambios y optimizaciones en todos los aspectos del diseño del vehículo, incluidas las ruedas y, por supuesto, sus tornillos de sujeción.