Las ventas de coches eléctricos se han estancado a nivel europeo y, en esa tesitura, los fabricantes de automóviles tienen que buscar nuevas maneras para impulsar sus ventas de cero emisiones. En el caso del Audi Q4 e-tron, la marca de los cuatro aros ha optado por añadir una versión de acceso con un precio más ajustado, pero que para conseguirlo tiene que hacer recortes en múltiples áreas.
La nueva variante recibe el nombre de Audi Q4 35 e-tron y desde el primer vistazo ya se pueden apreciar los cambios respecto a los acabados y mecánicas superiores de la gama.
El más llamativo es el hecho de que emplea llantas de acero con tapacubos, un formato que no es muy habitual entre los coches premium y que, dado que se trata de un SUV con un calzado de tamaño considerable, hace que éstas tengan un diámetro de 19 pulgadas, algo que constituye una rareza todavía mayor.
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Pasando a los recortes que no se ven, uno de los importantes afecta al equipo de frenos. En el eje trasero se eliminan los discos para pasar a utilizar un sistema de tambor. La razón para ello, además de reducir costes, es que Audi señala que apenas entran en acción, ya que el sistema de recuperación de energía es el que se encarga prácticamente en su totalidad de detener el coche, en combinación con los frenos delanteros.
El otro cambio fundamental afecta al sistema de propulsión. Por un lado, es la variante de menor potencia de la gama, empleando un único bloque que actúa sobre el eje trasero y desarrolla 170 CV (125 kW). Por otro, cuenta con una batería con 55 kWh de capacidad bruta, que se queda en 52 kWh, y con la que ofrece una autonomía de 365 kilómetros, 170 menos que la variante de acceso comercializada hasta ahora, el Q4 45 e-tron.
Por el momento el Audi Q4 35 e-tron no ha anunciado sus precios para España, pero en el mercado alemán parte de los 45.600 euros, que suben a 47.600 euros en el caso de la carrocería Sportback.
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