No hacen falta presentaciones: fue el SUV pionero y es un auténtico superventas al que toda la competencia quiere imitar. Pero para mantenerse en la cúspide conviene no dormirse en los laureles, así que el Nissan Qashqai recibe una nueva actualización.
Salta a la vista, pues el cambio de cara es notorio. El frontal está presidido por la parrilla V-Motion marca de la casa, más pronunciada y que se prolonga hasta entrar en el paragolpes. De ella parten unos nuevos grupos ópticos, con luz diurna LED en forma de bumerán y que además pueden ser de xenón adaptativos. La última novedad estética es el añadido de dos colores de carrocería, el Vivid Blue y el Chesnut Bronze.
El habitáculo también recibe pequeños cambios como un volante con insertos cromados, la presencia de materiales de mejor calidad o un nuevo interfaz para el sistema de infoentretenimiento Nissan Connect. De manera opcional se pueden instalar un sistema de audio BOSE de alta calidad y siete altavoces.
Es el apartado tecnológico el que más destaca, ya que a la completa dotación del Nissan Qashqai se suma el reconocimiento de peatones en la frenada de emergencia, la alerta por tráfico cruzado trasero y, sobre todo, el sistema Pro Pilot de conducción semiautónoma. Este permite, en autopistas y autovías, que el coche acelere, frene y gire la dirección para mantenerse en su carril.
No hay nuevos motores, pero Nissan afirma que tanto la suspensión como la dirección han recibido una puesta a punto para mejorar la respuesta y el comportamiento.
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