Así es el garaje del diputado de Ciudadanos Marcos de Quinto

Un deportivo imperecedero como el 911 se encuentra entre los favoritos de Marcos de Quinto, como demuestra que sea propietario de dos unidades, la primera de ellas en su versión de 1999.

El segundo 911 del político es de 2018, una evolución del anterior que se beneficia de todos los avances tecnológicos introducidos por la marca durante casi dos décadas respecto al primero.

Un icono dentro de la historia de Citroën, un descapotable ligero y divertido, ideal para las zonas de costa e incluso para circular fuera del asfalto.

Un utilitario de prestaciones destacables, la versión más deportiva del popular Polo de Volkswagen. Su poco peso y su potencia lo hacen especialmente divertido de conducir.

Transit es un nombre inevitable cuando se habla de los vehículos comerciales en general y de Ford en particular. El exvicepresidente de Coca-Cola declara una unidad de esta furgoneta a nombre de una sociedad.

El todoterreno es una de las aficiones conocidas de De Quinto. Así es como posee una 'pick up' de Toyota, la famosa Hilux que cumple tanto en labores de carga como para afrontar zonas complicadas en conducción fuera de carretera.

El Montero es uno de los todoterrenos de referencia dentro de su segmento. Fiable y muy capaz en cualquier situación, es uno de los modelos preferidos por los aficionados a este tipo de 4x4.

Se trata de una creación de la empresa catalana Rabassa Innova, que decidió diseñar y fabricar pequeños vehículos 4x4 destinados al ocio sin mayores pretensiones.

Pieza prácticamente de coleccionista, la GS 80 de BMW es considerada por los expertos como la creadora de una nueva categoría de motos denominadas trail. La polivalencia es su principal virtud, cumpliendo con creces tanto en carretera como fuera de ella. Esta versión, en concreto, era incluso más especial al inspirarse en algunos detalles en las utilizadas en la legendaria competición del París-Dakar.

Ossa fue una de las grandes marcas de la época dorada de la industria española de la motocicleta. Sus productos son muy codiciados por los aficionados a las máquinas clásicas y la del político de Ciudadanos es una unidad de 1971.

Para quienes buscaban mayores prestaciones, Harley lanzó una motorización de 1.200cc de la Sportster. Además, la versión Nighster apelaba a un estilo purista dentro de la gama, inspirado en otros modelos clásicos de la marca americana.

La Sportster es uno de los modelos más populares de la marca de Milwaukee y la versión Iron 883, la más accesible. Pese a ello, aglutina toda la esencia de Harley y sigue contando con numerosos incondicionales.

Practicante de la moto de campo, De Quinto tiene varias máquinas de este estilo en propiedad. Una de ellas es la WR 250 de la marca sueca Husqvarna, toda una clásica que data de 1990.

La KTM EXC 450 es otra moto muy especializada, diseñada en cada detalle para ofrecer el mejor rendimiento en la práctica del enduro. Tampoco es una versión de última generación, ni mucho menos.

Curiosamente, entre las motos que conserva el político aparecen dos ciclomotores. Eso sí, con enfoque igualmente campero. El primero es un Suzuki RMX de 1990, modelo que tuvo una gran aceptación entre los jóvenes de su época.

La Pony 50 de la marca española Rieju también hizo suspirar a muchos jóvenes aficionados a comienzos de los años 90, cuanto este tipo de motos gozaban de gran éxito en España.

Otro vehículo curioso para cerrar la relación del parque móvil de Marcos de Quinto. Un quad, moto de cuatro ruedas, de la marca Honda y 90cc, destinado a un uso de ocio e incluso utilizable por niños en terrenos privados.