Los constructores de automóviles británicos siempre han tenido fama de crear productos lujosos y elegantes. Además, pueden presumir de ser uno de los mayores fabricantes del mundo. Desde sus inicios, a finales del siglo XIX, con la pionera Motor Mills, más de 35 compañías automovilísticas se han registrado en las islas.
Entre las más importantes se encuentran: Rolls-Royce, Bentley, Aston Martin, Jaguar, Land Rover, Lotus, Mini, Morgan, Rover o MG. Esta última es un caso curioso de estudio. Con su relanzamiento, hace 16 años, está alcanzando cuotas de mercado a las que nunca había llegado desde su nacimiento como Morris Garages en 1924.
La marca MG pertenece desde 2007 al grupo chino SAIC Motor (Shanghai Automobile Industry Corporation). SAIC Motor es el séptimo fabricante de automóviles más grande del mundo y fue el primer grupo automovilístico en China con ventas anuales superiores a los siete millones de unidades.
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El asalto a los mercados
Tras hacerse con las riendas de la compañía, SAIC Motor mantuvo las fábricas del Reino Unido lanzando modelos que en su mayoría se quedaban en el mercado interno británico. Unos años que pasaron sin pena ni gloria para el fabricante.
En 2016 se decide el traslado de toda la producción de MG a China. A partir de ahí se observa un cambio al alza en las cifras de ventas. Desde entonces, sus factorías de Shanghái y Tailandia exportan los MG al resto del planeta. Las cifras comienzan a dispararse a partir de 2019. Como dato curioso, MG Motor es el mayor importador de automóviles fabricados en China en el Reino Unido.
Cuota de ventas en España
La marca vuelve al mercado español en febrero de 2021. Hasta la fecha, ha despachado más de 25.000 unidades en los concesionarios españoles. En septiembre de este año ya acumulaba 17.113 automóviles matriculados, cinco veces más que el año anterior y con un crecimiento del 426%.
Su modelo estrella en España se denomina MG ZS y ha liderado algunos meses la tabla de matriculaciones en este 2023. Se trata de un SUV compacto de 4,32 metros de longitud, 1,81 metros de ancho y 1,65 metros de alto. A simple vista tiene muy buena pinta, pero gran parte de sus propietarios se quejan en los foros de la baja calidad de sus materiales y acabados.
Precio España y China
Aunque el parámetro que le está posicionando en la zona de honor de la tabla de ventas, es sin ninguna duda su precio. El modelo de acceso de gasolina, el ZS Comfort 1.5 VTI-tech de 106 CV, cuesta 17.190 euros. Por su parte, el tope de gama, el ZS Luxury 1.0 T-GDI Automático de 111 CV, sale por 22.990 euros.
En cambio, en China, el ZS Comfort 1.5 VTI-tech de 106 CV comienza en los 85.000 yuanes (11.106 euros al cambio) y el ZS Luxury 1.0 T-GDI Automático de 111 CV, llega a los 100.000 yuanes (13.000 euros al cambio actual). Una enorme diferencia en el precio.
Relaciones Europa – China
Las marcas generalistas han puesto el grito en el cielo ante lo que consideran jugar con otras reglas. Es cierto que sus modelos de acceso han visto incrementado su precio en una media de 5.000 euros desde antes de la pandemia y que debido al problema geopolítico actual no se pueden bajar los costes. Por eso creen que la industria china está ejerciendo una competencia desleal, ya que ellos sí que pueden ajustar esos costes.
Ursula Von der Leyen, actual presidenta de la Comisión Europea, acaba de informar en la cumbre UE – China, que se está celebrando en estos momentos, que el desequilibrio comercial entre ambas potencias se ha duplicado en los últimos dos años hasta alcanzar casi 400.000 millones de euros a favor del gigante asiático.
Las compañías chinas siguen vendiendo e invirtiendo en el mercado europeo, mientras que para las empresas del Viejo Continente se les están cerrando las puertas de China. Ya en septiembre de este año, Bruselas dijo que iba a estudiar la implantación de aranceles a las marcas chinas de automóviles, al no poder competir en igualdad de condiciones.
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Entusiasta del motor en toda su magnitud, preferiblemente los V12. Le dijeron que cuatro ruedas eran mejor que dos, por eso se compró otra moto. Claro que también le apasiona cuando van las cuatro juntas. Ha trabajado como creativo publicitario para muchas marcas de coches y motos e hizo la mili en esto de juntar letras en la editorial Luike.