Frente a la apuesta de la Comisión Europea por los vehículos sin emisiones (a partir de 2035, no podrán venderse en la UE modelos nuevos con motor de combustión), Alberto Núñez Feijóo considera un “error” que el Gobierno siga el camino de la electrificación.
En poco más de 30 segundos, el líder del Partido Popular, propone apartarse de las políticas de Bruselas y eliminar del asfalto todos los turismos viejos. ¿Cuántos millones de coches le sobran Núñez Feijóo?
“Nos estamos empeñando en vender vehículos eléctricos y no en retirar de las carreteras vehículos de más de 10, 12, 13, 14 y 15 años”, sostuvo el expresidente de la Xunta de Galicia en la inauguración de expoGanvam, organizada por la asociación de vendedores Ganvam. Esos, según afirma Núñez Feijóo, son los únicos que estorban.
Al otro lado, la patronal de fabricantes ANFAC no se ha pronunciado directamente, mientras que, al otro lado del otro lado, la asociación empresarial AEDIVE pide profundizar en la electrificación.
“Somos conscientes de que no se dan las circunstancias para lograr la renovación del parque solo con vehículos eléctricos”, reconoce Arturo Pérez de Lucia, director gerente de AEDIVE, que impulsa el desarrollo de la movilidad eléctrica con el apoyo de algunas marcas.
Rebaja fiscal para los eléctricos
Sin embargo, el representante de esta organización reclama “una reforma fiscal (la rebaja del IVA a los eléctricos, por ejemplo) que haga que el precio de los vehículos eléctricos pueda competir en condiciones de igualdad con sus espejos en combustión”.
El revuelo formado por las palabras de Feijóo se debe, en particular, a tres de ellas: “De forma inmediata”. En su opinión, los coches viejos de combustión deberían desaparecer hoy mismo. “Esos sí que emiten y debemos retirarlos de la carretera de forma inmediata para hacer la transición de forma ordenada y sacar [sic] los motores de combustión viejos por motores de combustión nuevos”, literalmente.
La imposibilidad de la propuesta, aun queriendo entender que esa urgencia es mera retórica, se muestra en el anuario estadístico de 2021 de la Dirección General de Tráfico (DGT).
Por España ruedan casi 10,6 millones de coches con 15 o más años de antigüedad: un 42,4% del parque. Si se computan también, como señala Feijóo, los que han cumplido ya la década de vida, el porcentaje se eleva al 61,4%.
Los turismos han envejecido: la media de edad es de casi 13,5 años, según los datos de ANFAC, muy por encima de la media europea: 11,5 años. Y si se añaden a la cuenta otras categorías (motos, furgonetas, camiones, autobuses y tractores, entre otros), el resultado es peor: 22,9 millones de vehículos suman más de 10 años, un 66% del parque.
Con estas cifras, se complican los objetivos de descarbonización de la Comisión Europea. El reto intermedio es que en 2030 los coches y furgonetas nuevos emitan una media de 42,75 gramos por kilómetro de CO2. En 2035, deberán eliminarse las emisiones: todos serán eléctricos o de hidrógeno, con algunas salvedades.
Más coches de segunda mano
En la propia UE han surgido algunas dudas. El comisario europeo de Mercado Interior, Thierry Breton, insta a revisar “sin tabués” esas metas en 2026. En España, no se vislumbra una solución a corto plazo.
Las matriculaciones se han desplomado un 35% en los últimos tres años a raíz de la pandemia, la crisis de suministros y la incertidumbre económica. Con esa tendencia, la edad del parque no mejorará a corto plazo.
En el ejercicio pasado, por cada turismo nuevo se vendieron cerca de 1,4 modelos de ocasión con más de una década a cuestas: circulan y recirculan por las carreteras coches que se matricularon en 2011 o 2012, más contaminantes que los actuales.
Entre tanto, el coste de los coches nuevos se ha disparado. Según datos de este año de la Agencia Tributaria, el precio medio de un automóvil en España es de 22.755 euros. Respecto a las cifras anteriores a la pandemia, la subida es del 21,22%.
Emisiones de dióxido de carbono
ANFAC no se ha pronunciado sobre las palabras de Feijóo a instancias de EL MOTOR, pero, en el informe anual de 2021, publicado este julio, la asociación pidió “medidas que ayuden a progresar en el rejuvenecimiento del parque”.
“Si no trabajamos en ello, los avances conseguidos en materia de electrificación se verán minimizados por las emisiones del envejecimiento del parque”, vaticinaba López-Tafall en el documento.
Las emisiones medias de los coches matriculados en 2003 en España eran de 191 gramos de CO2 por cada 100 kilómetros; en 2021 la cifra bajó hasta 124. Lejos, de cualquier modo, de los 95 gramos que Europa exige a las marcas hasta 2024. La transición deberá ser después mucho más rápida.
“Los fabricantes de vehículos ya ofrecen coches que cumplen con las demandas de descarbonización de las ciudades, la sociedad y las administraciones. La automoción lidera el cambio, pero el sector público debe respaldarlo”, aseguró López Tafall en la primera reunión de la plataforma Neutral in Motion.
AEDIVE, por ejemplo, apunta a los problemas burocráticos. “Es preciso derribar las barreras que lastran el despliegue de infraestructuras de recarga públicas, porque existe un 40% de puntos de carga instalados y pendientes de ser energizados a falta de alguna tramitación que depende de las administraciones públicas”, se queja De Lucia.
Aun así, esta organización defiende que “se facilite el cambio a vehículos más modernos a aquellos ciudadanos y empresas que no puedan todavía asumir el paso a la electrificación”.
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