Poco a poco, y como han prometido a lo largo de los últimos años, la mayoría de las marcas de automóviles empiezan a electrificar sus gamas. En el caso de DS, el primer híbrido enchufable de su historia es el DS7 Crossback E-Tense, que combina las virtudes del gran todocamino con las de este tipo de mecánica.
El punto más destacado es su sistema de propulsión PHEV. En el centro se encuentra un bloque 1.6 PureTech tetracilíndrico que desarrolla 200 CV y al que se suman, acoplados uno a cada eje, dos propulsores eléctricos de 110 CV. Es, por tanto, un vehículo de tracción total que entrega 300 CV y 450 Nm de par máximo cuando todos los motores trabajan de manera conjunta.
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Por otra parte, una batería de ión-litio de 13,2 kWh alimenta al sistema eléctrico, otorgándole una autonomía de 50 kilómetros durante la que puede alcanzar una velocidad máxima de 135 km/h. Este no es, sin embargo, más que uno de los cuatro modos de conducción que ofrece el DS7 Crossback E-Tense:
• Zero Emission: completamente eléctrico
• Hybrid: combina los tres motores para reducir al mínimo el gasto de gasolina
• Sport: mejora el rendimiento
• 4WD: maximiza la capacidad de tracción a las cuatro ruedas
Además, cuenta con una función específica denominada ‘E-Save’, que permite guardar energía en la reserva para poder realizar los últimos 10 o 20 kilómetros del viaje en modo 100% eléctrico. Para recargar la batería serán necesarias ocho horas con una toma de corriente doméstica, tiempo que se reduce a dos empleando un punto de carga de 32 amperios.
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