Tras presentar su primer Informe del vehículo autónomo y conectado, la patronal de fabricantes ANFAC pide un cambio normativo para que aquellos coches con un nivel 4 de autonomía (capaces de manejarse por sí solos) puedan circular legalmente. Con este tipo de vehículos, dice la organización, la movilidad será más fiable, segura y cómoda.
“Si queremos que el vehículo autónomo y conectado se convierta en una realidad, es necesaria la actuación decidida de la Administración para permitir la circulación a los vehículos con funciones de conducción totalmente automatizadas de hasta nivel SAE 4, tal y como se está haciendo en otros países de Europa como Francia y Alemania”, señala José López-Tafall, director general de ANFAC.
Para justificar su solicitud, la organización recuerda que las marcas ya cuentan con modelos en el mercado con niveles de conducción autónoma por encima del nivel SAE 2, el máximo nivel ahora permitido por la regulación española, pero falta que la normativa permita con claridad el desbloqueo y uso de funciones automatizadas.
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“A diferencia de la electrificación, en este terreno aún estamos a tiempo de no quedarnos atrás, pero hay que actuar ya”, señala López-Tafall.
Así, la patronal de fabricantes insiste en su documento en la necesidad de modificar este mismo 2023 el Reglamento General de Circulación y otras normas para posibilitar la circulación de vehículos hasta nivel SAE 4 en las carreteras españolas.
¿Qué es el nivel SAE 4 que piden los fabricantes?
Los niveles SAE son los que estableció en 2014 la Sociedad de Ingenieros de Automoción (SAE, por sus siglas en inglés), revisados en 2018.
- SAE 0 / Conducción manual. El conductor se encarga de realizar todas las tareas de conducción.
- SAE 1. Los vehículos disponen de asistentes a la conducción que pueden controlar el movimiento lateral o longitudinal, pero nunca los dos al mismo tiempo. Se trata de tecnologías como el frenado de emergencia o el control de crucero adaptativo.
- SAE 2. El conductor es el único responsable de la conducción, pero los asistentes pueden controlar tanto los movimientos lateral y longitudinal a la vez. Es decir, el coche es capaz de acelerar, frenar y mantenerse en el carril, e incluso tomar curvas suaves en la autopista. Pero exige que las manos estén sobre el volante.
- SAE 3. El sistema de conducción automatizada puede tomar control sobre el vehículo y realizar la mayoría de las funciones (incluido el adelantamiento autónomo), pero el conductor sigue siendo el único responsable.
- SAE 4. El vehículo puede funcionar de manera autónoma sin que el conductor tenga que intervenir, salvo cuando el coche esté fuera de su ámbito de funcionamiento prediseñado. Si no hay conductor a bordo, puede existir un operador remoto que tome el control en caso necesario.
- SAE 5. Sistema de conducción autónoma: el vehículo puede prescindir de la figura del conductor.
¿Qué dice la DGT sobre los coches autónomos?
Según los cálculos de ANFAC, el 23% de los modelos a la venta en España alcanzan el nivel SAE 3, pero las marcas no activan los sistemas porque la ley no permite su uso.
La reforma de la ley de tráfico, en vigor desde marzo de 2022, creó el marco normativo que abre la puerta al vehículo autónomo, pero falta el desarrollo posterior que defina qué pueden y qué no pueden hacer en el asfalto los coches automatizados.
La legislación de algunos países europea es bastante más laxa en este sentido. Alemania, por ejemplo, permite desde 2017 la circulación de vehículos de nivel SAE 3, y desde 2021 aprobó la incorporación de funciones de conducción SAE 4 para áreas definidas y controladas. Y Francia, aunque no tiene una regulación específica para el nivel SAE 3, “lo considera como un sistema de ayuda a la conducción más y permitido en los vehículos”, sostiene ANFAC.
La DGT confirma que está trabajando en este terreno, pero no especifica la intensidad de sus intenciones, es decir, hasta qué punto está dispuesta a dejar libertad a los coches autónomos en las carreteras.
De cualquier modo, la patronal de fabricantes insiste en que el punto de partida para los vehículos automatizados no es malo en España.
En una aproximación anterior a la situación del coche autónomo, ANFAC valoró positivamente los avances en ciberseguridad, conectividad y velocidad de transmisión de datos, así como en inversión en tecnologías de la información y conectividad de las carreteras.
En global, ANFAC sitúa a España 12ª posición, con un gran margen de mejora en inversión en seguridad, en el desarrollo de la red de transmisión de datos, en el internet de las cosas y en inteligencia artificial.
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