Aparcar en las grandes ciudades se está convirtiendo en una tarea casi imposible. Más allá de las zonas restringidas a la circulación de determinados vehículos, dependiendo de la pegatina medioambiental que lleven, la gran densidad de automóviles hace que encontrar una plaza de aparcamiento en superficie, lleve a dar vueltas y más vueltas antes de dar con el ansiando sitio. Las ciudades actuales y los coches están enfrentados.
Poniendo el foco en Europa, por ejemplo, estacionar en una capital como París es especialmente caro. Como muestra, en el distrito 15, en la zona cercana a la Torre Eiffel, un SUV va a pagar por tres horas de aparcamiento, 100 euros. Hecha la ley, hecha la trampa. Como revela el periódico Le Parisien, algunas personas han encontrado el resquicio legal para tener estacionamiento gratuito en la capital. El fraude consiste en sacar un ticket como si fueran una persona con discapacidad.
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De esa manera ya no tienen que pagar por la plaza de aparcamiento, ya que la ley otorga el estacionamiento gratuito para personas con discapacidad o movilidad reducida. Aunque el comprobante debe estar asociado a una tarjeta de estacionamiento para conductores con movilidad reducida, el parquímetro no la verifica. Estos sistemas de control, vigentes desde 2018, no pueden comprobar si el billete va acompañado de una tarjeta de discapacidad.
Controladores
Las autoridades de la capital francesa entienden que la manera de luchar contra este fraude es utilizar a los agentes encargados de la regulación de aparcamiento. Hasta ahora, del medio millón de multas que se emiten cada semana, 120.000 multas son para personas que han sacado un ticket de conductor discapacitado. Un número muy sospechoso para las autoridades parisinas, ya que hay emitidas 150.000 tarjetas de movilidad para conductores con alguna discapacidad en la región.
Pequeñas multas
Además, otro de los frenos que se están encontrando las autoridades, es que este fraude es muy difícil de probar, por el hecho de que el estafador puede alegar un error al introducir la información en el parquímetro. La multa, al ser cazado cometiendo este delito, equivale únicamente a una tarifa de estacionamiento que oscila entre los 25 y los 225 euros en función de la categoría del vehículo y la zona de aparcamiento. Una multa bastante rentable teniendo en cuenta el precio de un billete.
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