Los coches más modernos cuentan con un sistema de acceso sin llave. Una fórmula tan tecnológica como peligrosa, puesto que este avance se ha convertido en una de las técnicas predilectas para los delincuentes que actuaban en una autopista española.
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Tal y como ha informado el Ministerio del Interior, los delincuentes actuaban por las distintas áreas de servicio que hay en la AP-7: desde Tarragona hasta Murcia. Desde octubre de 2024, no obstante, se había observado un aumento delictivo en el área de servicio de Sagunto.
En la operación, la Guardia Civil ha detenido a seis personas por 54 robos con fuerza en vehículos que estaban en diferentes áreas de servicio de la provincia de Valencia. En total se hicieron con un botín de enseres personales por valor de más de 127.000 euros, además de casi 27.000 euros en efectivo.
Dos técnicas de robo
Una vez en el área de servicio, se organizaban y cada uno asumía un rol: unos se encargaban de vigilar a los ocupantes de los vehículos mientras iban al aseo o al restaurante. La mayoría de las veces eran ciudadanos extranjeros que estaban de vacaciones.
Otros inhibían la señal impidiendo que el vehículo se cerrara y los últimos sustraían todos los enseres del interior del coche, que tenía todas las puertas abiertas. Además, anulaban la señal de cualquier dispositivo susceptible de ser localizado.
En otras ocasiones, aprovechaban para despistar a alguno de los ocupantes mientras otro, escondido entre los vehículos, les hurtaba las pertenencias. Siempre mantenían contacto utilizando auriculares inalámbricos y usaban coches de alquiler para evitar ser identificados.

Copiar la señal de la llave
Otra fórmula pasa por copiar la señal que emite el mando del coche y hacerse con el vehículo en cuestión. Se sitúan cerca, con una antena para amplificar su señal y, a continuación, la envían a un receptor. Así, abrirán sus puertas y tendrán el camino libre.
Hay sistemas que bloquean todo tipo de señales inalámbricas como, por ejemplo, las fundas Faraday que impiden a los delincuentes llevar a cabo el delito. Son, básicamente, pequeñas bolsas que protegen los campos electromagnéticos y deben su nombre al físico Michael Faraday, que inventó una caja protectora en 1836.
En el mercado hay muchas de opciones con este tipo de protección. Por ejemplo, en Amazon se comercializa esta funda que funciona como jaula Faraday. Está fabricada con nanomateriales especiales de doble tejido que garantizan la protección.
El fabricante asegura que las fundas de bloqueo de señal POWR han sido probadas y son compatibles con más del 99% de los mandos a distancia. Otro punto a favor: el precio incluye un par de estuches.
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