Como casi todo aquello que se conserva por si acaso, la hoja de rescate no valdrá de nada hasta que resulte imprescindible: llevarla en el coche puede salvar alguna vida. Solo es un folio impreso en color con instrucciones precisas para actuar con celeridad y acierto en caso de accidente grave: un mapa que explica cómo sacar de entre los hierros a los ocupantes atrapados tras un siniestro vial.
Sus indicaciones las entienden los expertos en intervenciones inmediatas. La hoja de rescate, en tamaño A4, señala las zonas de corte adecuadas en un modelo determinado de coche y advierte de los peligros ocultos en él, como las pequeñas bombonas de gas conectadas a los airbags.
Más información
La hora de oro
Cuando hay heridos enjaulados en una carrocería aplastada –y un mal corte puede causar una explosión–, cuanto menos tengan que pensar los bomberos, más rápido actuarán.
“Hay una hora de oro entre la vida y la muerte. Si usted se lesiona gravemente, cuenta con menos de 60 minutos para sobrevivir. Tal vez no muera entonces, puede que ocurra tres días o dos semanas después, pero algo ha pasado en su cuerpo que es irreparable”.
Las palabras de R. Adams Cowley (1927-1991), pionero en la medicina de emergencia, se cuestionaron algún tiempo después de que las pronunciara (1960), pues no se apoyó en ninguna evidencia científica, pero la hora de oro sirve todavía como concepto sagrado para los urgenciólogos: cuanto antes mejor.
Qué es la hoja de rescate
Este documento resulta más importante ahora que hace unos años. Aunque el atrapamiento de los ocupantes ocurre con menor frecuencia (la estructura de los coches es mucho más sólida frente a las colisiones), la extracción se hace más complicada.
“El uso de aceros de alta resistencia requiere un equipo de corte especializado, y el mayor uso de airbags y pretensores de cinturones de seguridad supone un peligro tanto para los que están atrapados en el vehículo como para los que intentan liberarlos”, explica en un informe el laboratorio Euro NCAP, encargado de valorar la seguridad de los coches nuevos en Europa.
Los fabricantes de vehículos elaboran las hojas de rescate e identifican en ellas los posibles riesgos, como “la ubicación de las baterías y los cables de alta tensión, así como los lugares más seguros para cortar y abrir la estructura”, añade Euro NCAP. Desde 2020, esta entidad otorga puntos extra en sus valoraciones a los modelos que cuentan con el documento.
Descargar la hoja de rescate gratis
Internet acopia las hojas de rescate de miles de modelos, la mayoría. Cada cual puede buscar el suyo en la página de su marca, pero se llega antes si se acude al proyecto Rescue Sheet. Con él, varios clubes de automovilistas europeos (incluidos los españoles RACE y RACC) quisieron fomentar el uso de este croquis de seguridad y así facilitar el trabajo a los servicios de emergencia.
En su web, reúnen la información de una cincuentena de marcas y dirigen al lugar correcto en un clic. Los responsables de la idea recomiendan imprimir la hoja de rescate, plastificarla y colocarla en el parasol del conductor. Después de 30 pruebas de choque específicas, la hoja permaneció siempre en su lugar.
Una pegatina en el parabrisas
Para que los servicios de emergencia sepan que el coche tiene en su interior el folio informativo, los clubes automovilistas ofrecen pegatinas para el parabrisas con el logo del club y un texto de aviso: “Hoja de rescate a bordo”. El adhesivo, como cualquier otro, debe colocarse en un punto donde no reste visibilidad al automovilista.
Aplicación Euro Recue
En colaboración con la Asociación Internacional de Servicios de Rescate y Extinción de Incendios (CTIF), el laboratorio Euro NCAP presentó en 2020 la aplicación móvil Euro Rescue. La herramienta está dirigida a los profesionales de intervención inmediata, que pueden descargar en ella las hojas de rescate de la mayoría de los turismos del mercado europeo
Sigue toda la información de EL MOTOR desde Facebook, Twitter o Instagram
Periodista especializado en seguridad vial. Editor y redactor de El Motor desde 2016. Empezó a escribir de fútbol en 1998 en Diario 16 y ha trabajado en varios proyectos de Prisa Media desde 2000. Licenciado en Periodismo por la Universidad de Navarra, es autor de ‘Aquí no se rinde ni Dios’ (2020).