Desde que inauguró la familia N de versiones deportivas, Hyundai no ha parado de aumentarla incorporando distintos modelos de manera paulatina. Junto con las variantes N propiamente dichos, aquellas más radicales con motores específicos de alto rendimiento, la gama se ha ido completando con el acabado N Line, que se sitúa como un nivel de equipamiento de corte deportivo, pero de carácter más comedido. Ahora el Hyundai Tucson recibe dicha versión.
La imagen de la nueva generación del SUV ya es bastante llamativa de por sí, pero aquí lo es todavía más gracias a los diversos detalles específicos que luce.
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En el frontal, la parrilla –que integra los grupos ópticos– es más alta y ancha, y además tiene una rejilla más prominente, mientras que el paragolpes cuenta con una entrada de aire más grande. Por otra parte, los faros antiniebla y las carcasas de los retrovisores son de color negro, y la carrocería –que puede ser bitono– recibe de manera exclusiva el color Shadow Grey que se ve en las fotografías. Además, el Hyundai Tucson N Line calza llantas de 19 pulgadas con diseño de estrella, los pilotos traseros están ahumados y en el difusor se aprecia una salida de escape doble.
El habitáculo también recibe un tratamiento específico, contando con cuero y ante de color negro para la tapicería, costuras de contraste rojas, volante deportivo y pedales de metal.
El Hyundai Tucson N Line estará disponible con casi todos los motores del modelo convencional, a excepción del diésel de acceso, que es un bloque 1.6 de 115 CV. Así, la oferta queda configurada por el gasolina 1.5 de 150 CV y su versión microhíbrida, la variante también microhíbrida de 180 CV, el diésel 1.6 de 136 CV, el híbrido de 230 CV y el híbrido enchufable de 265 CV.
Por el momento se desconoce el precio de este acabado, que se revelará junto con las tarifas del resto de la gama cuando se acerque la fecha de lanzamiento del modelo, prevista para primavera de este mismo año.
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