El problema de saturación en los hospitales a causa del coronavirus ha puesto de manifiesto una gran carencia ante la pandemia. La falta de material sanitario es patente desde la calle, donde escasean elementos básicos de prevención como mascarillas o guantes, hasta las unidades de cuidados intensivos de los hospitales en los que no hay suficientes aparatos de respiración asistida para tratar a los enfermos más graves.
Mientras tanto, la colosal maquinaria industrial del automóvil se ha paralizado en cuestión de días, clausurando en menos de una semana las grandes plantas de producción en Asia, Europa y América por el desabastecimiento de sus plantas y por el temor a contagios masivos de sus trabajadores. Pero su potencial tecnológico y capacidad industrial siguen intactos y podrían ser determinantes para solventar las importantes carencias de material que la enfermedad ha puesto en evidencia.
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Como ya publicaba El Motor, el primer fabricante automovilístico que ha reaccionado ante la amenaza global ha sido el gigante chino BYD. Ante la perentoria necesidad de material en el país, ha adaptado parte de su industria para la fabricación diaria de cinco millones de mascarillas y 300.000 envases de producto desinfectante.
Ya en Occidente, ha sido el propio gobierno británico el que ha solicitado a los fabricantes más importantes del Reino Unido a aportar su capacidad industrial para la inesperada guerra que se librará durante los próximos meses ante el avance del peligroso virus. Ford, Honda, Vauxhall, Rolls-Royce y Jaguar-Land Rover han sido convocados de forma oficial según los medios británicos para colaborar en la lucha.
En concreto, y ante las graves consecuencias respiratorias que provoca la neumonía vírica, las máximas instancias han pedido colaboración a 60 firmas industriales, entre las que también se encuentra Airbus, y a los mencionados fabricantes de automóviles establecidos en las islas británicas para desarrollar y fabricar aparatos de ventilación asistida para los enfermos. Según los datos de The Guardian, en el Reino unido actualmente hay 5.900 respiradores, pero se estima que durante el pico de la evolución epidémica los hospitales necesitarán del orden de 20.000 aparatos.
En Europa, el sector automovilístico ha quedado casi paralizado al completo en pocos días y las plantas industriales de la mayoría de los fabricantes han sido completamente clausuradas (PSA, Renault-Nissan, Audi, Volkswagen, Seat, Ferrari, Michelin…).
La marca insignia italiana, Ferrari, se ha sumado a la lucha. En concreto ha iniciado contactos para colaborar con Siare Engineering, una empresa del norte de Italia especializada en material de reanimación y desbordada por las circunstancias, aportando su avanzada tecnología experimentada en la F1 y fabricar respiradores y ventiladores para los enfermos más graves del virus.
España y la impresión 3D
En el caso particular español, la primera iniciativa desde el sector automovilístico ha llegado por parte de trabajadores de Renault de la factoría de Valladolid. Son especialistas en la impresión 3D, lo que les permitirá fabricar unas 30.000 pantallas protectoras para las fuerzas de seguridad y hospitales de la zona.
Más adelante, cuando el diseño esté aprobado por el Ministerio de Sanidad, aseguran poder suministrar también los esenciales respiradores para las unidades de reanimación. Renault, que ha cedido veinte impresoras para la labor, también ha hecho entrega directa al Gobierno de varios lotes de material que incluyen 26.000 mascarillas y 900 pares de guantes.
La Zona Franca de Barcelona, donde se aglutinan las principales industrias de Cataluña, también ha dado un paso al frente y las empresas punteras, entre ellas Seat, han ofrecido también a las autoridades su experiencia y tecnología en impresión 3D para producir los indispensables equipos sanitarios.
Además, Seat tiene ya en proceso de homologación un respirador realizado en base a la adaptación de un motor de los limpiaparabrisas utilizados en sus coches. Tras el trabajo durante una semana de 150 empleados de distintas áreas de la compañía y la realización de hasta 13 prototipos, el modelo final del respirador asistido está a la espera de la autorización para su uso por la Agencia Española de Medicamentos y productos Sanitarios. En todo caso, y mientras que el proceso se completa, Seat continúa con la producción de estos dispositivos en la línea de montaje destinada hasta el momento a la fabricación del subchasis de su modelo León.
Por otro lado, Hyundai ha puesto su flota de vehículos a disposición de los centros hospitalarios de Madrid para facilitar a los sanitarios sus desplazamientos en el día a día. Una iniciativa que la marca coreana irá extendiendo a todo el territorio nacional a través de sus concesionarios y a la que también se han sumado Toyota, Suzuki, Kia y Mercedes-Benz.
También resultan reseñables las aportaciones de otras marcas para colaborar en esta crisis del Covid-19. Ford cederá los vehículos de su flota a Cruz Roja Española, que los utilizará para el traslado de personal sanitario, pacientes leves a hospitales y reparto de provisiones a personas aisladas.
Similar es el proyecto de Jaguar-Land Rover también dentro del Plan Cruz Roja Responde, aunque en su caso pone a disposición de la entidad 18 vehículos todoterreno con capacidad de prestar servicio a personas vulnerables en zonas de difícil acceso.
BMW, además de la cesión de una importante flota de vehículos para desplazamientos sanitarios, ha querido mirar hacia el colectivo de los más pequeños, que igualmente atraviesan situaciones complejas en este confinamiento. Es así como han puesto en marcha un concurso de dibujo destinado a niños entre cuatro y doce años (divido en dos categorías de edad), en un formato completamente digital a través de la cuenta específica de #BMWpintandoabrazos en Instagram.
En la misma línea, el centro tecnológico de Repsol en Móstoles (Madrid) está produciendo gel hidroalcohólico para su utilización como solución desinfectante. El producto se dona, desde el pasado día 26, al personal sanitario y hospitales.
Mirando atrás, no será la primera vez que el sector industrial del automóvil cambia su actividad obligado por circunstancias de fuerza mayor, durante las dos guerras mundiales fueron las que suministraron gran parte de los vehículos y el armamento necesario. Aunque en la actual batalla que se libra contra la pandemia, el enemigo es muy diferente y requiere otro tipo de defensa, incluso más sencilla y de rápida adaptación para las modernas tecnologías disponibles.
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