La Dirección General de Tráfico (DGT) se propone hacer en 2025 más controles de drogas y alcanzar las 130.000 pruebas a conductores, lo que supondría un récord para el organismo y la Agrupación de Tráfico de la Guardia Civil. Los agentes hicieron el año pasado 6,3 millones de controles preventivos de alcohol y casi 123.000 de drogas, según datos del organismo confirmados a Servimedia.
El ministro del Interior, Fernando Grande-Marlaska, ya apuntó en enero, durante la presentación del balance de siniestralidad de 2024, que este año los controles de alcoholemia mantendrán “el mismo ritmo” y aumentarán los de drogas.
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Durante su intervención en la IV Conferencia Mundial Ministerial sobre Seguridad Vial, que se celebra desde este martes hasta el jueves en Marrakech (Marruecos), ha insistido en “la importancia de hacer cumplir las normas”. Quienes se ponen “al mando de un vehículo tienen que ser conscientes del riesgo que provocan”, ha señalado Marlaska, que ha recordado con preocupación que un alto número de automovilistas fallecidos deja un rastro muy significativo de sustancias de abuso.
Drogas y alcohol en los siniestros de tráfico
El 53,6% de los conductores muertos en siniestros de tráfico en 2023 dio positivo en alcohol, drogas y psicofármacos, aisladamente o en combinación, según refleja la Memoria 2023 de hallazgos toxicológicos en víctimas mortales de accidente de tráfico, último trabajo en este campo del Instituto Nacional de Toxicología.
Marlaska también ha subrayado que una de cada cinco personas fallecidas en siniestros de tráfico el año pasado no llevaba puesto el cinturón de seguridad. “Todavía es inaudito. El 50% de las personas se hubieran salvado. Por eso, quiero decir que es muy importante el cumplimiento de las normas y tener los medios necesarios para detectar un incumplimiento y sancionar y ser efectivos”, recalcó.
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Aun así, el ministro del Interior ha ensalzado el modelo español de seguridad vial. “España es un país mediterráneo con una forma de vida que complica el diseño de nuestras políticas de seguridad vial, pero hemos logrado rebajar la mortalidad a 37 fallecidos por millón de habitantes”, ha explicado.
Entre las principales virtudes del modelo español de movilidad segura, el ministro ha destacado la existencia de la DGT, que acaba de cumplir 65 años y desempeña un “papel básico” para la vigilancia del cumplimiento de las leyes. “Es la mejor política de seguridad vial y la forma más eficaz de reducir el número de víctimas del tráfico”, ha defendido.
En la primera sesión plenaria de la jornada, Marlaska ha explicado que España entiende que la política de seguridad vial “debe estar integrada en las políticas de movilidad, medio ambiente, educación, salud o prevención de riesgos laborales, entre otras”, por lo que apuesta por la movilidad segura, que “es un concepto más amplio y que debe ser también sostenible, saludable, accesible y eficiente”.
Las víctimas, en primer plano
Marlaska ha defendido la importancia de poner a las víctimas de la siniestralidad vial “en el centro de la política de seguridad vial, darles voz y visibilidad porque son la conciencia crítica de la sociedad”. “Ellas nos trajeron el concepto de violencia vial y tienen razón cuando defienden la obligación ética y moral de evitar tanto dolor y tanto sufrimiento”, ha manifestado.
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