“Comer, programar el GPS, maquillarse, cambiar la música, discutir”. Cinco acciones que se llevan la atención del conductor a otro lado y pueden causar un siniestro. “No solo el móvil distrae”, ha afirmado la Policía Municipal de Madrid en su cuenta de X. Y aún más: “Solo un segundo de distracción basta”.
Con este mensaje (aunque sin decirlo abiertamente), el cuerpo policial madrileño se une a la campaña especial de vigilancia puesta en marcha por la Dirección General de Tráfico (DGT) contra la conducción desatenta. Estará en vigor hasta el 12 de octubre y perseguirá acciones habituales entre los conductores, como el uso del WhatsApp al volante, el manejo del navegador o las conversaciones telefónicas con el móvil en la mano.
Estas acciones están castigadas con multas de hasta 200 euros y la retirada de hasta seis puntos en el carnet de conducir, según la gravedad de la infracción. Usar el móvil sujetándolo con la mano recibe este castigo; manejar el teléfono sin tenerlo entre los dedos supone la misma sanción económica, pero la retirada de tres puntos. También se pierden tres por programar el navegador en marcha.
Multa por comer un bocadillo
Otras distracciones se castigan con hasta 100 euros porque suponen una infracción leve de la ley de tráfico por incumplir la obligación de “estar en todo momento en condiciones de controlar su vehículo”. Por ejemplo, con un bocadillo o un pintalabios en la mano.
“Las distracciones son el factor concurrente con más presencia en los siniestros viales”, recordó el lunes el jefe provincial de Tráfico de Madrid, Cristóbal Cremades, al presentar la nueva campaña de la DGT. “En el caso de los siniestros mortales también es la distracción el factor más frecuente [30%], por lo que este tipo de campañas siguen siendo imprescindibles para alertar de los riesgos que implica la conducción distraída o desatenta”, insistió.
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